martes, enero 22, 2008

NOOOOOOOOOO

¿Cuántas veces nos hemos sorprendido con miedo a recibir un no por respuesta? Son sólo 2 simples letras que no nos gusta escuchar como respuesta a una petición porque simplemente nunca nos ha gustado tener una negativa frente a nuestras narices y con la puerta cerrada de frente.
No nos gusta escuchar que no nos quieren, tampoco que no desean estar con nosotros, no queremos escuchar que alguien nos de una negativa cuando lo invitamos a salir a tomar un café, incluso para empezar una cabeza no se puede usar una negación. Si mamá dice que no podemos ver la tele nos enojamos, si pedimos algo prestado y nos lo niegan mentamos madres, si pedimos que alguien haga algo en el trabajo y esa persona dice no es frustrante ver a tanto inútil, es más, si vamos al cine y nos dicen que no hay boletos para la función nos pasan a joder toda la tarde porque o nos aguantamos o vemos una película que no nos gusta.
Hasta cuando ya has ido a ver tu cambio de celular y te dicen que aún no lo tienen te dan ganas de patear paredes y que decir de cuando necesitas un taxi y el único que pasa vacío te dice que no va o lo pides por teléfono y te dicen "no tenemos unidades". Es desagradable incluso el hecho de tener la única certeza de un no.
Todos nos hemos topado con ese no que te dicen cuando buscas trabajo o peor aún la sutileza de decirte "nosotros te llamamos" que lleva implícito un NO. No me llames, no te quiero, no me gustas, no puedo, no quiero, no tengo tiempo, no hay, hasta el bendito no lo sé nos hace, a veces, querer mandar todo a la chingada.
Pero que hay de cuando buscar el no, cuando ruegas y suplicas a Dios que la respuesta sea negativa. Seguro alguna vez lo han vivido en carne propia o con familiares o amigos, y se ruega con tanta fe cuando se hace una prueba de VIH, una prueba de embarazo, un papanicolau, una prueba de orina, una resonancia magnética o un perfil reumático, el chiste es pagar esperando una negativa por respuesta, algo que te diga no tienes VIH, no estas embarazada, no tienes cáncer, no son reumas, no tienes ninguna infección, no te vas a morir...
También tiene su chiste el desafanarse, negar que uno hizo las cosas o que las pueda hacer, como cuando mi madre me decía "lava los trastes" y le respondía "yo no", o el siempre dicho cuando hay un error "yo no fui". El no de la añoranza "por qué no estas" y el no de la resignación "aunque quiera, no puedo" , el no de la cortesía "no, yo pago" y el no del alejamiento "si te quiero ver, pero no será hoy"'. Hay un no para cada situación, hay una negativa cada que volteamos pero también hay muchas otras alternativas al trágico no.
Yo podría decirte a ti que hoy ves esto "no me leas" pero en realidad lo que no quiero es que dejes de leerme, por eso aunque hoy NO sea el mejor día y éste NO sea el mejor texto que puedas leer NO dejes de leerme... Gracias...

martes, enero 15, 2008

De cómo los sueños finalmente se hacen realidad

Hace algunos años, cuando era una pequeña niña (no hagan cuentas), siempre pedía a mi madre, a los reyes magos, hasta al ratón de los dientes, que me dieran un rollito de chicle, de esos que vienen en su cajita circular y vas sacando poco a poco, como una cinta adhesiva o el turno del super. Nunca me lo trajeron aunque lo pedía cada vez que era posible.
Hoy mi amiga Yola llegó con varios dulces, entre esos varios paquetes de esos rollitos de chicles, me dio dos. Debo confesar que me sentía fascinada de tener uno de esos, es más, cuando me dio la caja no tomé uno hasta que me lo dio, sentía que si tomaba uno me vería muy gandalla y es que mi madre siempre me enseñó que esos dulces eran para los niños ricos, ellos que si tenían la posibilidad de gastar 15 pesos en una madresita de esas mientras yo me conformaba con un bubaloo de 50 centavos y cuyo precio ha permanecido invariable desde hace ya varios años.
Quizá parezca una tontería pero era uno de mis sueños infantiles, quizá porque me haría sentir con mayor status social (aunque no lo crean los niños entendemos mucho de eso) el caso es que al tenerlos en mis manos me dio tanto gusto ver que después de todo los deseos se hacen realidad...
Ok, lo confieso, también he tenido otros sueños, uno de ellos era encontrar a mi príncipe azul y aunque ciertamente no es azul, ni es príncipe (gracias a Dios), es sin duda alguna mucho más de lo que yo soñaba cuando era niña.
Y no, no es rico, como yo lo quería, y tampoco tiene un lujoso coche rojo, como era mi deseo infantil, pero tiene mucho amor por mí igual que yo por él y es, aunque mis sideas adolescentes creían ciertamente en que nunca me casaría, con quien yo quisiera pasar el resto de mi vida.
Hay quien dice que esta certeza solo se siente una vez en la vida, yo lo siento ahora, lo que pase después no lo sé, así que mejor sigo comiendo mis chicles en mi repartidora que parece decir "toma un ticket" y finalmente ni saben tan buenos, son mejor los trident, pero los sueños son los sueños y cumplirlos es magia...

lunes, enero 14, 2008

Gracias

Un día desperté y me di cuenta de que mi deseo, aquel que por tanto tiempo había gritado a mi madre y dicho amablemente a mis compañeros, se había cumplido, no escuchaba a nadie, habían desaparecido las voces, los comentarios constructivos y destructivos, por fin era ùnicamente yo quien mandaba en mi mundo.
Fui tan feliz al principio, nadieme dijo que la blusa no se me veía bien, tampoco me gritaron mamacita mientras caminaba al estacionamiento, no me mentaron la madre cuando manejaba rumbo al trabajo.
Todo iba egoístamente bien hasta que quise preguntar un punto de vista sobre una nota, nadie me respondía y a los pocos que se atrevían a hacerlo no los escuchaba, pedí que leyeran mi "hermosa creación", según yo, y escribieran lo que opinaban pero dijeron que no tenían tiempo. Quise minimizar el hecho, pero me di cuenta que realmente era importante cuando llegue con mi jefe y me dijo que le faltaban muchas cosas y que tenía detalles que corregir, sin decir más me pidió que saliera de su oficina.
Pedí ayuda pero nadie me decía nada. Llamé a mi madre para ver qué le parecía que comieramos chilaquiles con costilla pero no contestó nada, le pregunté si quería alguna otra cosa pero no respondía, pedí la receta del pipián pero mi madre, quizá más desesperada que yo, prefirió colgar.
Traté de tranquilizarme, cerré mis ojos y me convencí de que todo era un sueño, pero cuando abrí los ojos todo seguía igual. Pedí paz a Dios pero aún no aprendía bien la lección.
Entonces encontré una iglesia, entré y misteriosamente escuchaba varias voces pero no había nadie en el interior de la misma. Me arrodillé frente al altar y quise hablar con Dios, lo escuché, lo vi, lo sentí, lloré infinitamente y em di cuenta de que no era realmente no escuchar a los demás lo que yo deseaba, me di cuenta que esas voces me ayudaban, me alentaban, me levantaban el ego, pero yo sólo había pensdo en desaparecerlas sin pensar que las necesito.
Desperté en mi casa y escuché que sonaba el teléfono, era mi madre con su clásica llamada matutina para saber loque haría y qué comeríamos. Fue un alivio escuchar sus regaños, las mentadas de madre por el tráfico y hasta los silbidos que de pronto sueltan los albañiles.
Desde ese día no está en mis manos el poder callar un comentario, no lo puedo prohibir, no puedo decirte que no tienes autoridad para hacerme un comentario porque yo lo necesito, porque todo el que me lea tiene la autoridad para escribirme, porque lo que tú o alguien más diga me retroalimenta y me ayuda. Por eso muchas gracias por tu cometnario, muchas gracias por leerme y si algún sía quisieras revelarme tu identidad me puedes encontrar en portugalmirada@gmail.com.
Es un honor conocerte aunque no sepa quien eres. Gracias

miércoles, enero 09, 2008

Instrucciones para cuando muera

Si algún día muero de vieja no me lloren, sepan que viví intensamente, que amé mucho y evité el odio, que adopté el perdón como amigo y el olvido como cura, que derroché el dinero en el momento justo, que comí todo cuanto quise y tomé cuanto se me antojo. Que tuve dos vicios, el cigarro y los hombres. Que aprendí a manejar por deseo de los Reyes Magos y volé por primera vez junto al Matador de regreso de Monterrey. Que el primer concierto al que fui fue de Ricardo Arjona. Que evité llorar en los funerales y odiaba a la gente morbosa que abría la caja para ver un cadaver. Que me gustaban las uñas largas y pocos fueron afortunados de saber por qué. Que me gustaba cambiar de vez en cuando y que mi cabello era poco y lacio extremo. Sepan que hice muchas locuras ennombre del amor y que hubo días que hice de todo por ver a quien yo quería, que igual me congele que recorrí grandes distancias. Sepan que fui sonámbula que se dejó llevar por el deseo, que desperté y morí, que zarpé y encontré la antigua Mogador. Que mi cámara era testigo fiel de todo lo que sentía, me tocó cuando nadie más lo hacía y reprodujo cada detalle que yo le indiqué. Que adoré a mis padres y a mis hermanos.
Si algún día muero joven sepan que encontré el amor antes de morir, que fui feliz y que no quiero que nadie abra mi caja. Pueden llevar las flores que gusten aunque mis favoritas son las Acapulco o las Casa Blanca, sólo les pido que no lleven flores de muerto. No lloren, tampoco quiero grandes sermones, ore cada uno por mí en su interior. Si dan café que sea de olla y lleve canela, si dan pan que tenga crema pastelera. Hagan una taquiza y coman a mi salud junto con unos huaraches, unas guajolotas, unos chilaquiles, un pipián... Tomen vodka, ron o unas palomas o margaritas, pueden incluir vino tinto o blanco preparado con fruta y unas Indio para no perder la costumbre. Pongan unas pelis para amenizar y lleven un mariachi, que me cante un rato y no puede faltar Perfume de Gardenias.
Cuando llegue mi hora dejenme morir en paz y háganme ver como la diosa que soy... Sé que tú estarás ahí, en vida o en muerte siempre a mi lado, por eso TE AMO.

lunes, enero 07, 2008

Un brindis por el hombre que tiene mi corazón, los pendejos (sin ofender) que lo tuvieron y los suertudos que me conozcan

Hoy hago un brindis por el hombre que tiene mi corazón, por aquel que ha logrado conquistarme y hacerme feliz, que ha entendido mis razones, que ha alentado mis sueños, brindo por el hombre al que amo. Brindo por aquellos a quienes di mi corazón y lo tiraron, por quienes lo rechazaron o simplemente quisieron ver si podría esperar por toda la eternidad y descubrieron que antes de amanecer ya se había hecho tarde. Brindo por aquellos que aún no conozco y que tendrán un papel importante en mi vida, en resumidas cuentas brindo por el presente, por el pasado y por el futuro.
Brindo por el hombre dueño de mi pasión, de mi deseo, brindo por ti porque deseo cada roce de tus manos, cada beso que me toca, cada mirada que me desnuda, cada palabra que me acaricia; deseo sentir tu cuerpo unido al mío, desnudos, húmedos, calientes; deseo sentir tus manos que recorran mi cuerpo, que delicadamente me desnuden y descubran poco a poco cada parte de mi piel; deseo llenarme, embriagarme de ti, de mi, de nosotros, de este amor que si vivieramos con toda su intensidad moriríamos; brindo por ti porque deseo ser parte de tu vida y que tú seas parte de la mía; deseo ser tu sueño y tu realidad, tu frío y tu calor, tu soledad y tu compañía; deseo estar contigo siempre.
Deseo que todos sus deseos se cumplan, que escuchen y vivan en su momento las voces deseantes; que deseen siempre ser felices y ser mejores; que aquello que en vano desean se borre de sus mentes; que deseen con el corazón y con la mente y no sólo con el sexo; deseo que Dios los bendiga hoy y siempre.

viernes, enero 04, 2008

Mi pasión...

Alguna vez un hombre me preguntó por qué mi pasión terminaba en él, supongo que por un amor romántico la respuesta habría sido grata a sus oídos, pero mi respuesta fue más bien como una mentada de madre "mi pasión no termina en ti, tú sólo eres una arista".
Una cubetada de agua fría, una noche a la intemperie, una diarrea de 7 días, incluso que hayan perdido los Pumas se queda corto con la mentada de madre que diré ahora. Es algo que yo nunca hubiera esperado, no lo visualizaba en mi futuro pero encontré al hombre en quien termina mi pasión, el dueño de mi pasión.
Y lo ideal no es encontrar a una pareja que tenga maestría en la cama, sino un hombre con el que exista la confianza de decirle qué quieres y quéte gusta sin que por ello él piense que eres una piruja, un hombre con el que juegues sensualmente sin que eso conlleve tener sexo, un hombre que te toque sutilmente y con cada caricia te llene de amor, no solo de deseo.
Para una mujer es fabuloso sentirse deseada, incrementa el ego y nos hace setirnos como realmente somos, unas diosas. Es maravilloso sentirse deseada por varios hombres, pero es mil veces mejor sentirse amada por uno solo. TE AMO DPC

miércoles, enero 02, 2008

Dos minutos...

Comienza el año. No han pasado ni 24 horas de que volví a la ciudad de México y ya me asaltaron. Por fortuna iba bien abrigada y eso impidió que se dieran cuenta de que traía el celular, pero se llevaron la réplica de mi anillo de graduación y algo de cambio que traía en la bolsa.
El micro iba dando vuelta por Deportivo Oceanía, la ruta de Chamizal x 172. Eran 4 chavos, ninguno de ellos llegaba a los 20 años y en cuanto se subieron al micro se sintió la vibra y la intención, se veía en sus manos y en sus ojos, llevaban navajas y cuchillos y gritaron los típicos insultos. Yo no los escuché pues traía los audífonos puestos, venía escuchando Quiero perderme contigo de José José. No traía nada más de valor que el celular y éste venía bien guardado. Alcance a escuchar que gritaban que no había tiempo y quitaban a diestra y siniestra todas las pertenencias de valor. Uno de ellos se acercó a mí y me dijo que le diera mi celular, que no me hiciera pendeja, le dije que no traía y metió su mano en la bolsa de mi chamarra donde sólo estaban mis llaves, se convenció de que no tenía nada más de valor. Tomaron todo, gritaron que todos con la cabeza abajo y justo donde termina la Voca 10 se bajaron. El chofer siguió manejando como si nada hubiera pasado durante los 2 minutos, a lo mucho, que duró el asalto. Dos minutos que son 120 segundos, tiempo en el cual se llevaron más de un salario mínimo que un obrero gana trabajando 8 horas diarias; tiempo en el que los corazones de los presentes latían entre 140 y 200 pulsaciones por minuto, pulso de un bebé de meses y un cachorro, respectivamente; tiempo en el que el 98 por ciento de las palabras que se escucharon fueron groserías, las demás preposiciones o enlaces; tiempo en el que por la mente de cada uno de los afectados pasaron las imagenes de las personas que aman, hijos, padres, novios, esposos, amantes, mascotas; tiempo que tarda un vagon del metro en trasladarse de una estación a otra; tiempo que dura la sonrisa de un niño que encuentra los regalos de los Reyes Magos; tiempo en el que lo único que acerté a pensar fue "pinche chofer cabrón" y procuré no hacer movimientos en falso.
Se bajaron y temblaban mis manos. Es mi tercer asalto, por fortuna en el segundo pasé desapercibida, pero esta vez no fue así.
Fueron sólo dos minutos, en dos minutos puedes dar tres besos apasionados o tres puñaladas, puedes ofrecer un minuto de silencio para dos personas fallecidas, En dos minutos hago 30 abdominales si quiero o me quedo pasmada ante un cuchillo que amenaza mi cuerpo y un puberto que respeta la vida de los demás. Y uno no sabe si finalmente sólo le quedan dos minutos de vida...

Y las lecciones continúan...

La selección de accesorios de oro fue sólo el comienzo, una pequeña muestra. La lección de cómo lavar el baño fue el primer paso. De pronto la descubrí checando su altura con el sillón grande. Así, de la misma manera en que yo me recostaba y medía cuánto me faltaba para embonar exactamente en el sillón grande, así lo hace ella ahora. Y de la misma manera que yo visitaba el departamento de mi tío y fantaseaba con todo lo que agarrara y hablaba sola y creaba y contaba mis propias historias mientras mi abuelita limpiaba y nadie me veía, de la misma manera lo hace ella ahora.
Mira silenciosa mi diario ritual de vestirme, revisa con cautela mis movimientos mientras me pongo desodorante; cuando me perfumo en las muñecas, el cuello, un poco de perfume al frente y el brinco para que la ropa reciba una suave brisa; el enchinado de pestañas; el rimel y el delineado de los ojos; critica mi corte de cabello y la forma en que lo peino, mira fijamente cada elemento que uso para "embellecerme"; revisa con curiosidad mis movimientos cuando me miro en el espejo y también sugiere que me ponga otra blusa u otro pantalón.
Ahí está mi hermana aprendiendo a ser mujer aunque de pronto confunda el Papanicolau con la menstruación, aunque su mente aún siga diciéndose a veces que es torpe, aunque aún tome entre sus brazos a su perro de peluche y guarde en bolsas cosas inutiles, aunque tome ropa mía que le gusta y después la regrese diciendo que no la tomó.
Ahí está mi hermana convirtiéndose en una Diosa, como todas las mujeres, aunque algunas no terminen de creérselo. Y la lección esta vez fue cómo tender la cama... "extiénde bien la sábana, primero abajo y luego arriba, debe quedar pareja la cobija, dobla a la par, mete la cobija bajo el colchón, pon la colcha, las almohadas, el cojín va arriba" y las indicaciones no se acababan, pero ella aprende y de manera inmediata quiere aplicarlo para ser evaluada, es una pequeña esponjita que absorbe hasta el más mínimo detalle. Un paso en falso, un error de mi parte puede ser un engaño para ella que duraría largo tiempo, puede convertirse en un mal hábito o en una mala costumbre.
Está etapa de cambio, el convertirse de niña a Diosa, es fabuloso aunque la ropa no te quede bien y tengas problemas para encontrar tu talla exacta, aunque de pronto te de pena salir porque tus senos comienzan a desarrollarse pero aún no se forman del todo, aunque comiences a sentir cólicos y tengas un humor de la chingada, aunque de pronto se acaben las ilusiones y descubras que los reyes magos encargaron a dos angélitos que viven contigo que te den la sonrisa que ellos dieron a Jesús al brindarle tres humildes regalos con un gran significado y una gran lección para nosotras: somos Reynas, Diosas y Mujeres, cada una elige su rol y los regalos los recibe de acuerdo con lo que hace. Pero para ser la que deseas ser primero debes creerte que lo eres, confiar en ti y en que ese es tu rol.