miércoles, enero 21, 2009

Explicarle al viento

Hoy ya no quiero explicarle al viento quién soy y porqué hago lo que hago, no quiero escribirle a la nada o a alguien sin saber si lo lee o no, quiero dejar de escribir para otros y hacerlo para mí, por mí.
Antes de hacer lo que debo hacer quisiera apuntar dos cosas como las casi únicas enseñanzas del último evento que cubrí. La primera fue la imagen de un niño, blanco, con una amplia sonrisa y un carisma especial, sentado de cuclillas, escondido con su familia, escuchando a los aviones pasar sobre sus cabezas y viendo como esos aviones arrojaban bombas. Un niño que, en su momento más grande de desesperanza sólo pudo rezar y encomendar su vida, quizá por completo, a Dios.
Una familia no sólo la integran mamá, papá e hijos, sino todas aquellas personas que ayudan a formarte, a reformarte, a transformarte, son familias las madres solteras tanto como lo son las amigas que viven juntas y crían a un hijo, como son familia los seminaristas o son familia los que adoptan a un niño, lo mismo son familia los que encubren a sus hijos y se unen a ellos para cometer actos delictivos, eso también es una familia, no en vano se llaman así.
Pero hay algo cierto dentro de todo, otra imagen que me quedó grabada, y es que los hijos no son de los padres y puede educarlos pero no ser ellos, pueden darles información pero no hacer que la coloquen en el mismo lugar que ellos, pueden vivir con ellos pero no por ellos, ni siquiera los sueños de sus hijos son de su propiedad, decía aquel niño hoy convertido en un jerarca de la iglesia católica. Esa lección es algo que la iglesia también debería entender, ni siquiera los padres son dueños de sus hijos, aunque están obligados a darles, mientras estén con ellos, lo mejor.
Pero entonces ¿Por qué seguir con esa absurda idea de que el matrimonio hace a la otra persona nuestra? Ni el matrimonio, ni la vida, ni los años, ni la convivencia, cada persona es de sí misma, es autosuficiente aunque no lo desarrolle, es maravillosa aunque no lo vea, es única aunque no lo sienta.
Por eso y porque estoy en un momento de mi vida en el que debo repensarme, reestructurarme, reconformarme y revalorarme, es que dejaré de escribir en este blog. No sé si vuelva a hacerlo, no puedo asegurarlo, no sé si tenga el ánimo y si después de este proceso vuelva a escribir como ahsta ahora lo he hecho, te agradezco Lizy por ser mi seguidora, agradezco a mis amigos que mucho leen y poco opinan, pero no quiero seguir hablando al viento, no quiero explicarme en palabras y justificar mi existencia, en todo caso quiero contarles lo maravilloso que es la vida, no mi vida.
Gracias!!!