domingo, junio 28, 2009

No oigo, no veo, no escucho ni miro, no sé nada de ti y no quiero saberlo, no sé leer y tampoco quiero aprender, no quiero creer porque sé que sólo estoy fantaseando con algo que no es...

jueves, junio 25, 2009

Todo en esta vida es posible y pasar del amor al odio es más sencillo que jugar con el resorte. Todo empieza con el odio más bien, el rencor, la inconformidad, el enojo... pero todo lleva a un lugar: la indiferencia. Triste porque no hay nada más doloroso que ello, feliz porque la misma gente lo busca. No quiero decir más, no lo vales...

jueves, junio 18, 2009

Cuando el amor no alcanza

Albeiro le ofreció todo su amor a Catalina, pero eso a ella no le alcanzaba para poder operarse las tetas. Esa es una escena de una novela, pero en la vida real esas cosas ocurren
Quizá no en la misma magnitud, pero ocurren. De pronto en una pareja, uno ofrece todo el amor que es posible y al otro no le alcanza, para la otra persona el amor no es suficiente para diversas cosas, para lograr sus metas profesionales, para comprarse el carro de sus sueños, para vivir en el reven todas las noches o por lo menos dos veces a la semana.
A veces el amor no alcanza para ir y volver a Pachuca o para ir al cine siquiera. Lo cierto es que por extraños estándares sociales a las mujeres nos colocan un chip que dice que debemos ser sumisas, obedientes, atender al esposo, mujeres fieles y sacrificadas.
El problema llega en realidad cuando la escuela te ayuda para que te quites ese chip. Entonces es cuando viene lo cabrón porque si lo que decía el chip no era cierto entonces hay que ser todo lo contrario.
De pronto te das cuenta de que ya casi te pareces a lo que dice el chip de los hombres y eso tampoco te agrada mucho. Hay que llegar a un punto medio, ni mucho amor ni nada de amor.
Pero a veces el simple amor tampoco es suficiente, tampoco alcanza con eso. ¿Qué más quieres si te amo? No quiero nada, respondería yo, el amor que me das es suficiente y me sobra, el amor que te doy te debe ser suficiente, pero no pienses que ese amor nos va a llevar al altar o que nos va a hacer conformarnos en una pareja.
Las nuevas generaciones ya no pensamos en aquella hechura de vida que se conformaba de tener una carrera, un buen trabajo y una familia. La realidad es que las nuevas generaciones ni siquiera sabemos lo que queremos, no vemos a futuro porque no hay mucho que ver, no vemos a presente porque lo que vemos está podrido y por más que intentemos no lo podemos cambiar, preferimos ver para dentro, para nosotros mismos y con base en ello definir poco a poco lo que va ocurriendo en nuestra vida.
Lo que hay que aclarar, en este caso, es que cuando uno ve para dentro el amor tampoco alcanza...

viernes, junio 12, 2009

Joel Diana Pepe


Unos se van y otros regresan, eso pensaba Diana cuando miró su correo. Joel había desaparecido de su vida como si se lo hubiera tragado la tierra, como cuando sales de algún lugar y ves que tu coche ya no está, como cuando quieres encontrar a alguien pero no tienes su número y nunca te dio su correo, así, un día ella se levanto y fue comos si jamás lo hubiera conocido. Nada había que pudiera comprobar que alguna vez se hubieran visto, eran cono dos desconocidos.
Un par de días después le llamó de nuevo Pepe, aquel novio que había tenido y que se casó. Le daba gusto, no podía negarlo, pero a la vez le sorprendía que volviera él precisamente, no entendía como de la nada, porque él también la había sacado de su vida, aparecía de nuevo y con nuevos bríos.
Diana estaba tan confundida, de pronto pensaba que si Joel y ella eran desconocidos podían volver a empezar, que quizá lo mejor era ver de nuevo a Pepe y platicar de todo lo que hacía rato que no platicaban, claro porque si Joel se había ido y lo único que quedaba era su imagen, pero Pepe cuando volvía era más extraño que la influenza porcina en México, ppero si ya no volvía a ver a Joel y a platicar con él para saber al menos lo que había ocurrido nunca estaría tranquila, pero con Pepe no podía estar tranquila porque dentro de todo con él siempre reflexionaba de la vida y de la razón de ser de cada individuo.
A las 5 de la mañana Diana ya estaba agotada de pensar, de hacerse telarañas en la cabeza, pero entendió una cosa: Las cosas serían como ella quisiera que fueran, si ella decía sí serían sí y se decía no serían no, no serían igual para los demás, pero sí para sí misma. Entonces se propuso cambiar esa frase de lo que quiere no es lo que desea para coordinar ambos y que lo que quisiera fuera lo que deseara, lo que necesitaba para lograrlo era buscar en ella misma.
Entonces decidió dejar en su memoria sólo los mejores momentos con Joel y los mejores momentos con Pepe, a Joel no lo volvió a buscar, se lo encontró mucho tiempo después ya casado y con hijos. A Pepe le enseñó que cuando uno se compromete no lo hace hipócritamente ni de dientes para afuera y después también conoció a sus hijos.
Joel se fue con el aire y Pepe se fue con el agua, así Diana, que era fuego, pudo vivir en paz sin que ninguno de los dos pudiera perturbarla.

miércoles, junio 10, 2009

Ahhh pero que buena rola

martes, junio 09, 2009

Pilar

Pilar es una mujer rubia, menudita, hartante a más no poder pero atractiva como ella sola. Dicen algunos, y dan salud, que es la mujer encarnación del deseo.
Todos los días a la media noche se desnuda con unas manos que no son las suyas, a puerta cerrada en su cuarto y a solas se quita la ropa, pieza por pieza, se quita anillos, collares, aretes, y se queda completamente desnuda.
Antes de meterse a la cama apaga las luces, se pone de rodillas en un tapete frente al espejo, enciende un par de velas rojas, se mira fijamente y comienza a recorrer, con esas mismas manos que las desnudaron, cada centímetro de su piel.
En su mente no hay ningún rostro, ningún nombre, cuando de pronto cierra los ojos lo único que ve es su cuerpo desnudo y su piel tersa. No es sino hasta que termina de tocar el último pedazo de piel que respira profundo, esboza unos tarareos y se recuesta en la alfombra para volver en sí, para volver a ese plano real en el que debe descansar.
Al poco rato abre los ojos, apaga las velas y se recuesta en la cama, se pone un camisón y se cubre con una sábana.
En realidad nadie la conoce, algunos rumoran, otros creen haberla visto en sueños y otros la confunden. Quienes han sentido un sólo milímetro de su piel saben que nunca puede olvidarse, quienes han probado sus labios buscan después ese sabor a imposible que ella deja en la boca, quienes han visto sus ojos se han vuelto locos al pensar que ella los amaba y quienes han hecho el amor con ella pasan la vida pensando en ese instante, añorándolo, deseando que se vuelva a repetir una vez más.
Pero ninguno de ellos sabe quién es Pilar, ninguno entiende su sentir, ninguno comprende porqué se escurre como el agua, ninguno logra superar su rechazo o su indiferencia cuando le hacen algo, ninguno ha podido revelar el secreto de su vida, de su encanto, de su misterio.
Menuda mujer pantera que se ha propuesto cazar a sus víctimas, eso es Pilar, tiene la agilidad de la pantera, el ardor del diablo y el cuerpo de mujer, vaya combinación...

sábado, junio 06, 2009

Ella lloró y lloró, abrazaba esa pequeña caja como quien abraza a alguien que no quiere perder, sus lágrimas recorrían toda su cara y en medio de todos lo entregó, pidió que lo cuidaran mucho y que se lo llevaran ya.
Él lo tomó como quien toma entre sus brazos lo más sagrado de este mundo, como quien mira en lo ahora pequeño los grandes recuerdos de la infancia, como quien espera con paciencia para recibir con amor acumulado.
Ahí, en una pequeña cajita de madera estaban los años de historia, los juegos de niño, los arranques de adolescente, el recuerdo de las dos familias, el amor de quienes le dieron hijos, la admiración de sus hijos, y también, porqué no, los huesos del abuelo en la cajuela.
Ja, a veces la vida es tan injusta con uno porque se lleva lo que más queremos, pero tan justa con otros porque para de tajo sufrimientos y angustias. No lo conocí, no sé quién era pero sé quienes lo amaban, los vi llorar por él, los vi hablarle a sus cenizas, ponerle una ofrenda de coca y cigarro, darle su última mirada y mil lágrimas que aún van a llorar.
En el coche, de regreso, no íbamos tres, íbamos cuatro, platicando amenamente, conociéndonos, recordando viejos tiempos y regañando al enfermo que ni las medicinas había comprado pero ya se había echado un vaso de coca.
No es la primera vez que comparto algo importante contigo y sabes que antes que cualquier cosa soy tu amiga, que si necesitas llorar sólo tienes que llamarme, lo mismo que si quieres empedarte, ja, pero nada une más a los amigos que los momentos en los que las lágrimas se dan a la fuga y se escapan de los custodios de los ojos, los momentos en los que uno puede abrazar a otra persona, mirarla a los ojos y decirle te quiero mucho, tal y como yo te quiero abrazar a ti para que sepas que pase lo que pase estoy contigo.
Te quiero!

viernes, junio 05, 2009

Bambi

Apenas había pasado un segundo de que Rogelio había cruzado la mirada con Lula y ella, que llevaba platos de carne, consomés y agua de horchata en la mano, ya tenía las patitas como Bambi.
Llegó a dejar el pedido temblando, con la cara pálida, las lágrimas tratando de asomarse y la respiración agitada. No podía evitarlo, ella estaba loca por él, pero él nunca le había hecho caso. Quizá eso de que llevara y trajera comida nunca había llamado su atención, quizá era simplemente que no había química que hiciera que él volteara a verla o quizá él ya era casado. Ella no sabía nada de él.
Lo veía todos los días y con religioso cuidado preparaba su comida, cuando le dejaba los platos lo miraba de frente pero él nunca se percataba de ello.Al servirle el agua casi se le caía de lo nerviosa que estaba y la peor parte era el postre, eso indicaba que estaba a unos minutos de irse.
El corazón se le iba cada vez que él desaparecía por esa puerta y entonces comenzaba la cuenta regresiva para que él volviera. Para él ella era una más dentro del establecimiento, alguien que simplemente debía servirle de comer. Por eso ella llegó con patitas de Bambi cuando él cruzo su mirada con la de ella.
Era tan feliz por eso pero tan infeliz porque realmente aquello fue sólo un error... Un día ella se tuvo que ir temprano, espero a que llegara y le sirvió, en cuanto terminó dejó sus cosas y salió corriendo para el hospital donde estaba su sobrino. Justo cuando tenía el primer paso fuera de su lugar de trabajo lo topó a un lado. Él fumaba un cigarro para la digestión, ella se acomodaba la blusa que, dicho sea de paso, dejaba ver una parte de su espalda.
Eso fue lo que llamó su atención, su espalda. La había visto tantas veces metida en esa cocina y de pronto, fuera, ella parecía ser otra persona, más interesante, más atrevida, más coqueta, con más confianza. Él trato de hacerle la plática aunque fuera un instante "Saliendo temprano hoy?" le dijo. Ella asintió con la cabeza, se dejó llevar por las prisas y le dijo adiós.
Al día siguiente él volvió a ir a comer, ella llevaba la esperanza de que de nuevo quisiera hacerle la plática, pero ya uniformada él no le encontró sentido, no la vio con la atracción que había sentido un día antes y de nuevo evitó mirarla. Entonces se hizo valido aquello de que aunque la mona se vista de seda mona se queda.