martes, octubre 30, 2007

Te puedes quedar con él

Existió alguna vez en este mundo un Gilberto Owen, un Xavier Villaurrutia, un Jorge Cuesta, existieron alguna vez Los Contemporáneos que tanto me han apasionado y con los que me he identificado una y mil veces.
Existió también alguna vez en este espacio una historia de amor que agonizó, una que rogó y una más que es innombrable. Pero también existió hace algunos años un hombre llamado Julio Jaramillo, un ecuatoriano que cantaba poesías y recitaba canciones, un hombre melancólico que tenía una particular voz depresiva y que a mí me encanta escuchar.
Pues bien, hace unas horas encontré una canción hermosa que nunca había escuchado, de un cariño consumado y un corazón roto. Comparto en este espacio una letra que sinq uerer empuja a la muerte y a la vida al mismo tiempo, al dolor y al odio, pero también que evoca al amor. Una canción que después de todo te dice que Te puedes quedar con él...

Pensarás que a qué he venido
si ya todo ha terminado
piensas que cariño pido
pero te has equivocado.

Dirás quizás que estoy loco
o que me falta un sentido
pero por besar tu boca
el corazón he perdido

Yo no vengo a que me quieras
ni a cantarte una canción
sólo vengo a reclamarte
que me des mi corazon

El corazón que una noche
muy confiado te entregué
y sin ver que lo engañabas
en tus manos lo dejé

Ya veo que me lo devuelves
pero yo te lo di entero
en pedazos no lo quiero
te puedes quedar con él.

domingo, octubre 28, 2007

Shhhhh... escúchas? es el viento que me persigue, el viento que no me deja en paz desde hace tiempo, que a cada rato me recuerda que tengo una cuenta pendiente contigo y lo sé pero ya no sé qué hacer.
Hoy quiero hacer una promesa que no pueda romper, quiero prometer que me cuidaré y me querré, que pensaré en ti sólo cuando sea demasiado necesario, quiero prometer que pensaré en mí, que dejaré de buscar hombres que sólo me atraen por mis ganas de sentir, prometo que mirare al cielo y dejaré de pensar en el amor porque yo he decidido estar sola, prometo que aguardaré bajo la lluvia sin ayudarle con mis lágrimas, prometo que dejaré de pasar por los lugares que me traen tu recuerdo y prometo que lucharé hasta lograr lo que quiero.
Hoy sufro porque creo que el dolor de perderte no me abandonará nunca, pero pasará y esto que vivimos ha sido lo más triste de mi vida, pero también lo mejor.

viernes, octubre 26, 2007

Nocturno de la alcoba

La muerte toma siempre la forma de la alcoba
que nos contiene.

Es cóncava y oscura y tibia y silenciosa,
se pliega en las cortinas en que anida la sombra,
es dura en el espejo y tensa y congelada,
profunda en las almohadas y, en las sábanas, blanca.

Los dos sabemos que la muerte toma
la forma de la alcoba, y que en la alcoba
es el espacio frío que levanta
entre los dos un muro, un cristal, un silencio.

Entonces sólo yo sé que la muerte
es el hueco que dejas en el lecho
cuando de pronto y sin razón alguna
te incorporas o te pones de pie.

Y es el ruido de hojas calcinadas
que hacen tus pies desnudos al hundirse en la alfombra.

Y es el sudor que moja nuestros muslos
que se abrazan y luchan y que, luego, se rinden.

Y es la frase que dejas caer, interrumpida.
Y la pregunta mía que no oyes,
que no comprendes o que no respondes.

Y el silencio que cae y te sepulta
cuando velo tu sueño y lo interrogo.

Y solo, sólo yo sé que la muerte
es tu palabra trunca, tus gemidos ajenos
y tus involuntarios movimientos oscuros
cuando en el sueño luchas con el ángel del sueño.

La muerte es todo esto y más que nos circunda,
y nos une y separa alternativamente,
que nos deja confusos, atónitos, suspensos,
con una herida que no mana sangre.

Entonces, sólo entonces, los dos solos, sabemos
que no el amor sino la oscura muerte
nos precipita a vernos cara a los ojos,
y a unirnos y a estrecharnos, más que solos y náufragos,
todavía más, y cada vez más, todavía.

Xavier Villaurrutia

jueves, octubre 25, 2007

Paixão

Te beso y sabes a chocolate, recorro tu rostro y me engolosino, pero es como una adicción, y sigo el rastro del chocolate por tu cuello, tus hombros, tu pecho, parezco niño chiquito que se embarra la boca de chocolate cuando lo saborea.
Demasiado dulce pero también delicioso, muerdo el chocolate de tu abdomen y mi lengua recoge cada rastro de chocolate que hay en tu espalda, regreso a tu cuello y succiono como vil adicta, no lo puedo evitar. Muerdo el chocolate que hay en tus caderas y siento aún lo que me falta en tus piernas, pero me detienes y comienzas a beber de mi piel el whisky que te embriaga, lo bebes de mi boca, y después de toda mi piel, cada centímetro te da pie a seguir hasta recorrer mi cuerpo por completo con tus labios.
De pronto el whisky sabe a chocolate y el chocolate a whisky, bebes de mí y yo de ti, los cuerpos transpiran unidos, complementados, eres mi cómplice y mi droga, yo tu adicción, estamos invitados al baile de bebidas y las llevamos en el cuerpo, bailamos con ellas y no importa que no te guste aprender pasos de baile, lo mismo da un cuadrado de danzón que la salsa en línea, lo mismo el reggaeton que la lambada, las caderas se mueven, mis pezones, aún cubiertos de chocolate, te apuntan y entonces viene la creación, la explosión, el grito y la sonrisa. Hemos creado una nueva bebida, un néctar embriagante al extremo, similar al Xtabentún, con un sabor cremoso como el rompope y la dulzura de un Baileys, hemos creado paixão...

martes, octubre 23, 2007

PAPITO

Aquí espero en la oscuridad, aquí aguardo a que aceptes ser mi amante bandido, mi amante cautivo, mi adorado enemigo, aguardo tus pasos para que vengas a robarme, aguardo en silencio y escondida debajo del mar para cuando decidas volver y esperar conmigo a que la marea nos arrastre a los dos, sigo esperando a mi héroe de amor.
Si alguien lo ve dígale que estoy bien, que aún no encuentro a un hombre que me enamore como lo hizo él, pero que lo nuestro está olvidado. Dígale que no me muero en la agonía de su ausencia y que ya no voy a esperar su llamada y tampoco pienso despertarme a mitad de la madrugada extrañando su presencia, dígale que ya no me hace falta y que sin él estoy muy bien. Si alguien lo ve dígale que me ha tragado la tierra, que me he perdido, que me fui a casarme a Pakistán o que en un intento por ser feliz me fui al mar y éste me tragó, dígale que me volví una estrella de mar y caí en Marte misteriosamente, dígale que nadie me ha visto porque ya no existo, porque he decidido salir de su vida y de la mía también.
Quisiera que alguien lo hiciera, pero y si tú supieras que lloro sola frente al mar, que quiero saber dónde y con quién estás, que la realidad es que mis madrugadas me siguen preguntando qué hago en mi cama y no en la tuya, si tú supieras que aunque cambie el rumbo mis caminos van a ti y que mi piel insiste en solamente hablar de ti y que aunque no quiera debo aceptar que para siempre te perdí, debo evitar pedirle al mar que te devuelva a mí...
Lamento inmensamente no ser el aire o la lluvia, lamento no poder estar más cerca de ti sin que tú te des cuenta, pero nadie se ha muerto con el filo de un adiós, eso es cierto.
A veces creo que Ascanio tiene tanta razón, despierto y creo dar con una mirada y una sonrisa un momento de luz, de pronto miro a los lados y pinto un paraíso en donde tú lo quieras. No, aún no me queda claro que la vida es una apuesta y que cuesta ser feliz, vivo entre dos mundos y en el más profundo soy una emperatriz, bailo con los sueños, patino con la vida, me alimento de pasión y vivo en un cuento...
Cambiaré dice David, cambiaré cuando la vida pase por delante y no me lleve a ninguna parte, cambiaré, pero por ahora guardo mis secretos de amor en un corazón de cristal, te parece si te doy un ticket de mi fantasía?
La vida me espera tras esa puerta de papel o tras este espacio virtual, debo ser más fuerte y seguro mañana seré una mujer... enamorada, de las cosas que digo, de las cosas que callo y no olvidaré el pasado porque tú estuviste en este cuento y sé que aún no te has olvidado....
Tal vez sería mejor que no volvieras, volver es empezar a atormentarnos, a querernos para odiarnos sin principio ni final, puede ser que sea mejor que me olvides para que terminemos con el martirio de amarnos, jamás quiso llegar el desengaño ni el olvido ni el delirio, seguiremos siempre igual, ambos nos necesitamos, no podemos evitarlo, por eso no habrá nunca despedida y el paso del dolor ha de encontrarnos de rodillas en la vida frente a frente y nada más.
Hay días que hago de todo por volverte a ver...me deshago, me desdigo, me descalzo, me desnudo, me distancio, me despido, me discuto, me deshaucio, me diluyo, me doy cuenta, desespero y yo hago de todo por volverte a ver...
Que se lleve el diablo la razón que en tu puerta esperare, quien persigue acaba por caer y no hay misterio si habla el corazón, con los ojos cuéntameporque hoy, esta noche no tengo ganas de olvidar, no encuentro el momento para olvidar el boca a boca, nuestras lenguas juntas, yo en tu cama noche a noche y yo en tus ojos...
Todas nuestras tardes fueron bajo estrellas escondidas, luces que mi corazón se pensaría, desnudarme como soy, siendo así como la arena, que resbala en tu querer por donde pueda... Darte para retenerte, recelar si no me miras con tus ojos, tu boca, tu savia que es mía, mía. Responde a mi nombre si te lo susurran, arranca de todo mi piel que es tan tuya, que arda mi cuerpo si no estás conmigo amor...


Nota del editor: Hoy fue uno de esos días fríos en los que uno extraña a la persona que ama, lo bueno que tuve un PAPITO que me hizo compañía y me inspiró a recortar sus letras y crear esto que no sé qué es. Se los comparto, Miguel Bosé.

lunes, octubre 22, 2007

De amor y de esperanza

Me duelen los ojos, no sé si es porque dormí mucho o porque lloré mientras soñaba que nunca volverás, aunque sea sólo la realidad expuesta por mi inconsciente y que yo no quiero creer aún.
No sé por qué Dios cruzó tu mirada con la mía una fría noche, por qué me permitió conocerte tanto y tan poco, por qué te volviste tan importante en mi vida y por qué ahora no te saca de mi vida así, sin más, como entraste en ella.

Nuestra historia es tan extraña, es de amor y de esperanza, pero también de desesperación y de dolor, es una historia en lazada con 2 vidas distintas. Esta será tu estela, lo he decidido hace algún tiempo, será tu huella por mi vida, será la forma en la que no te irás de mí porque no podrás borrarte nunca, será la única forma en la que nos volveremos a ver, tú te vas ahora, me dejas sin la más mínima señal de que vuelvas, sin ilusionarme falsamente, sin dar un no tajante, me dejas en el limbo pensando en lo que puede o no ser.
Tenía razón un amigo cuando decía que yo buscaba inmortalizar a alguien tatuándome estas caligrafías, es cierto, busco inmortalizar tus manos, tus besos, tu cuerpo, tu boca, ese juego de querernos, busco inmortalizar nuestro amor, nuestra pasión, nuestro dolor también.
Lo dicho, tiene un rato que no hablo con Dios pero sé que te bendice. Mientras tanto yo sigo pidiendo a gritos un abrazo, un beso tuyo, una ilusión que no volverá. Debo dejarte ir, lo sé, me quedaré con tu última sonrisa, tu último beso aunque fue muy frío, el latido de tu corazón que escuché esa última vez que te vi, me quedaré con el mejor recuerdo que tenga nuestro, de lo demás no quiero saber, quiero olvidar todo lo demás, quiero decir tu nombre y mirar ese recuerdo, sólo eso.

sábado, octubre 20, 2007

Que puedo decir...



Qué puedo decir si tus ojos inquisidores me miran desde lejos, aún si no los he visto; qué puedo decir cuando sé que cometí errores y te alejé aún cuando eres a quien más cerca de mí quería tener; qué puedo decir si me castigas con tus besos fríos y tus manos fijas que no se acercan a mi cuerpo. Dime, qué puedo decir si sé que ya te perdí...

viernes, octubre 19, 2007

Algo contigo...

Cada paso que doy pensando en ti es una caricia, el recuerdo de un amor, de un momento, de un segundo, de una pasión que no muere pero no aparece por ningún lado.
Derecho, izquierdo, derecho, izquierdo, me besas el cuello y acaricias mi espalda con una mano mientras la otra detiene mi rostro a la altura de mi oreja.
Derecho, izquierdo, derecho, izquierdo, me besas desesperado, ansioso, intenso, y tu mano acaricia ahora mi vientre, recorre poco a poco mi piel, parece que va contando cuántas manos caben en mi cuerpo o cuántas manos de distancia hay entre mis senos y mi ombligo.
Derecho, izquierdo, derecho, izquierdo, de pronto tu mano trata de aprisionarme, me acerca más a tu cuerpo, me envuelve mientras tu boca sube hasta mi oído y nuevamente el viento quiere ganarte la partida pero tú sabes como disuadirlo, me conquistas con el susurro no pronunciado, me enamoras con las promesas no hechas.
Derecho, izquierdo, derecho, izquierdo, tus manos van tocando, descubriendo lo que mi piel quiere decir, lo que esconde de mi vida, así me desvistes, con caricias, con la lectura impaciente de tus manos, con sed de mi piel, así que vas besando cada zona descubierta...
Derecho, izquierdo, derecho, izquierdo, mirame ahora, esto que tú ves es lo único que te puedo dar, no seré una mujer maravilla, tampoco una actriz famosa o una cantante tierna, no puedo darte a una mujer madura porque no lo soy, tampoco puedo darte a una embajadora especialista en asuntos migratorios para que resuelva tus problemas de nacionalidad, tampoco habrá mujer pantera, no hay mitos extraordinarios y no hay nada extraordinario como puedes constatarlo, soy simplemente una mujer de 21 años que aún no sabe lo que le depara la vida, que quiere ser independiente y libre, que quiere vivir el amor sin atarse de por vida, que no busca un novio, esposo o amante, lo que busca es un cómplice de sus locuras, de sus ideas, de su imaginación y de su vida, cómplice de un cariño inexplicable...
Ahora dime, ¿hace falta que te diga que me muero por tener algo contigo?

jueves, octubre 18, 2007

Hace tiempo se acabó el mundo paralelo, aquel en el que tú y yo vivíamos, aquel en el que podía decirte todo lo que quisiera sin temor a que alguien más lo leyera. Se terminó nuestro cadáver exquisito en el que yo escribía algo y tú respondías siempre apasionado, siempre logrando hacerme sonreír, siempre provocando el deseo de estar entre tus brazos.
Hoy te miro aún, lejano y escondido entre el trabajo y los compromisos, te miro cerca de mí cuando cierro los ojos e imagino tus labios que besan mis ojos, tus manos que acarician mi mejilla mientras tus ojos me miran con desconcierto, siento tu presencia y sé que estás muy lejos, pero no me importa.
Tengo miedo de ti, de que vuelvas y te vayas, de que me quieras, más aún de que me ames aunque no creo que llegue a pasar ni lo uno ni lo otro. En efecto hay cosas más difíciles que darse un beso, hablar es una de ellas, comunicarse lo es más,y tomar una decisión, a pesar de que es parte de la vida, siempre resulta difícil.
Hoy ya no quiero imaginarte, quiero que estes presente, quiero tocarte para convencerme de que realmente existes y que lo haces en mi vida, no quiero seguir pensando en lo que fue o lo que será, quiero pensar en lo que es, lo que quiero, lo que queremos porque sé que tú también quieres estar conmigo.
A veces pienso en esta historia sin fin de amaneceres a tu lado, en las pocas palabaras que entran por tu oídos y son procesadas con interés por tu cerebro, cada vez se disminuye tu atención y cada vez sientoque tengo más cosas que contarte.
¿Te importo? es decir, puedo comprender que haya sitancia entre nosotros pero hace mucho que no dices que me quieres, si no lo sientes lo acepto aunque necesite escucharlo tanto como una flor necesita agua.
¿Por qué no estas cuando hay buenas noticias y yo quiero abrazarte? El hombre que yo amo no sabe que lo amo porque lo deje ir, porque no me atrevía a hacer el mínimo movimiento que le mostrara cuánto lo amo, el hombre que yo amo está lejos de mi vida porque ni él ni yo sabemos si nuestro destino es estar juntos, ni tú ni yo sabemos qué es esto, eso lo sé.

martes, octubre 16, 2007

Gracias...

Hoy sólo quiero dar las gracias, a ti por los momentos vividos, por los no reproches, por los besos y los abrazos, por las caricias, por mirarme con amor, por acariciarme con ternura, por preocuparte por mí, por hablar conmigo, por venir, por la noche y por la tarde.
Gracias por ayudarme a sonreir nuevamente al inicio del día, por tus buenos deseos y tu buena vista, por tus palabras, por tus actos, por estar aunque sea lejos, por mirarme con el corazón y con el alma, por besarme con la mirada para evitar que los demás nos vean, por acariciarme con tu respiración y por buscar mi sabor con tu olfato, por olerme con tu lengua, por volverte loco conmigo y por mí.
Si estuvieras aquí ahora quizá no verías más de lo que ya conoces, tampoco habría gran novedad, pero puedes estar seguro de que estaría yo, esperándote o llegando tarde, no importa, pero ahí.
Quiero agradecer también tus pensamientos, tu entendimiento, tu comprensión, tus arrebatos de coraje o ansiedad, tus momentos de amor y de reflexión, tu voz al teléfono, tus palabras por escrito, tus silencios innecesarios, tus oraciones involuntarias y cada centímetro que conozco de tu piel y tu alma.
Te beso como hace mucho que no me besas, te miro con la imaginación deshecha por el llanto, te escucho bajo las cobijas mientras duermo, te toco con el alma para que no sientas mi presencia, te huelo a kilómetros para saber si estas bien. Te beso...

domingo, octubre 14, 2007

No quiero, te quiero

Y el viento prefirió acompañarme antes que tú, estuvo conmigo mientras te esperaba, me cobijó, me hizo temblar de miedo, de impaciencia, de necesidad, de frío, vino por mí y me arrulló, incluso trató de poseerme pero me negué, le dije que a quien esperaba era a ti, se rió a carcajadas y dijo que no vendrías pero yo seguía esperándote. Un amigo tuyo metió las manos al fuego por ti, juró que vendrías y que estarías aquí, así que aquí sigo, esperándote, sólo para decirte que lo siento, para ver si crees en mis actos ya que no lo haces en mis palabras, para ver si aún puedo convencerte de las ventajas de quererme, para ver en tus ojos la respuesta a mis preguntas, a mis súplicas de que me digas que me quieres*.
Han pasado 4 aviones, 15 perros, 25 personas y dos gatos desde que me senté en esta fría piedra que he adaptado como mi silla y que me ha dicho 40 veces que no vendrás, pero no le creo, ella no puede entender mi cariño por ti, no puede comprender lo que hago porque no siente ni frío ni calor, yo siento tu ausencia, siento que llegas en cualquier momento, en cualquier coche que misteriosamente se estaciona o alenta su paso frente a tu casa, pero después de 10 minutos se van.
Pero creo en ti aunque no hayas dicho nada, creo en ti aunque piense de pronto que no vendrás, creo en ti porque cuando te he necesitado has estado conmigo, y en el último de los casos, le repito a la seudo silla, creo en ti porque te quiero y porque a las 9 de la noche que iba camino a casa me dije que debía verte.
Esta no es una historia de ficción, aunque lo parezca, no es una novela ni un drama, yo sólo vine a decirte que lo siento, que lamento no haber sido sincera contigo y los árboles han dejado de hablarme porue les confesé que soy una cobarde, incluso un gato negro que pasó evitó acercarse a mí, él que es tan traicionero, me juzgó. Lo peor es que sé que soy mala por lo que hice y si tuviera en el rostro un mínimo rasgo de rata de alcantarilla se habría abalanzado sobre mí.
Mi seudo silla ya se cansó, comienza a lastimar mi columna vertebral en señal de que me vaya, pero no quiero, te quiero. En mi vida he hecho cosas locas, lo acepto, pero aparecerme en tu casa sin saber si vas a venir ha sido la mayor de todas. ¿Dónde estás? ¿no ves que quiero verte? ¿acaso tú no quieres verme? entonces no sé qué hago aquí esperando, pero sé que te quiero y que no me importa esperar 3 horas o 4, 5 o 6, 7 u 8, el tiempo que tarde, no me importa, aquí estoy, esperando por ti, sin ganas siquiera de leer porque no podría concentrarme con el frío a un lado que masculla que tú no me quieres, por eso mi letra está tan fea, porque él insiste y yo tiemblo, pero lo hace porque tiene celos, celos de que estoy dispuesta a esperarte toda la madrugada y a él nadie lo espera.
Un clavel rojo que estaba tirado en el suelo también intentó disuadirme de mi loca idea de esperarte, es verdad, estoy loca, pero prometo ir con el psiquiatra, en su defecto iré a un centro de rehabilitación, pero antes quiero asegurarme de que no estoy enferma de ti, de que tú también me quieres aún una fría noche de octubre, de que tú me quieres aún con mis locuras.
No sé qué harás al verme, si yo fuera tú me abofeteaba, pero entonces saldría mi complejo cristiano y pondría la otra mejilla, mientras que lo que tú quieres es besar mi boca*.
Ya fumé demasiado, pero el cigarro me ayuda a soportar lo que ahora se ha vuelto la incómoda presencia del frío. Por cierto, no sabía que tus vecinos eran cronistas deportivos, se han chutado más de 5 partidos de futbol en el xbox supongo y siguen gritando como si fuera el primero.
Otro gato me ha huido, dice que soy una mujer pantera* que hace daño a quienes más quiere y comienzo a creerle. Un coche más ha pasado y me ha sugerido que me aviente cuando pase otro, pero sigo insistiendo en que mi cita es contigo. Mis piernas ya no quieren seguir mi plan, tiemblan como si fueran a correr, como si quisieran dejarme en el papel de la novia fugitiva*.
Han pasado ya muchos futbolistas por la casa de tus vecinos pero ninguno se asoma, sólo escucho sus nombres, y tú aún no llegas. ¿Crees que vendrás a dormir esta noche? Me he echado una apuesta con el destino que insiste en que me vaya de aquí, pero yo no quiero, te quiero. Incluso recé un padre nuestro y un ave maría para que tu reacción no sea de rechazo.
Alcanzo a escuchar a unos chicos que gritan al compás de unos tambores la porra de la UNAM, y yo que no soy pumita tengo ya unos inmensos deseos de patearlos, pero no puedo, mi cuerpo se mueve involuntariamente, creo que el frío ha logrado colarse un poco por mis huesos, sólo espero que no llegue a mi corazón antes de que te vea*.
Los moscos me andan secreteando, dicen que piense si realmente te quiero, ya les dije mil veces que sí y comienzan a creerlo porque sigo aquí insistiendo en que mi cita es contigo, ya van a ser 4 horas de larga espera.
Tú no sabes cuánto duele que no estes aquí aunque supongo que lo imaginas*. Betty Bop comienza a sentir frío también, me lo dicen la simulación de diamantes que la adornan. Tus vecinos pensarán que estoy loca, seguro, diles que están en lo cierto. Soñé que ya estaba durmiendo y tú no llegabas, solo diles a tus vecinos que no me despierten mientras duermo.
Ya es tarde, me concentré un poco y leí unas páginas de El beso de la mujer araña, pero hace frío, me congelo, sólo dime que pondrás en los titulares y a 8 columnas que sí se muere de amor*, que una joven periodista murió, murió de amor y de hipotermia mientras te esperaba. Esperó desde las 10:30 de la noche y debió irse, pero se quedó mirando tu puerta para ver cuando llegaras.
Finalmente les callé la boca al frío, al viento, a la seudo silla de piedra, a los árboles, a los gatos, incluso a los moscos, a los coches, al clavel rojo y al propio destino, mi cita era contigo... y llegaste*.
Dime que me quieres...


Nota del editor: *Me volé frases de algunos conocidos, no les doy el crédito porque son muchos, pero les agradezco su ayuda involuntaria para crear esta historia fría.

Dejame confesarme

Camino, camino sin rumbo y hasta cansarme, camino cansada y sollozante hasta que llego a la que ha sido tu guarida al menos algunos días. Me estaciono a lo lejos, donde haya luz, para ver siquiera por donde camino y mirar si si de lejos adivino tu silueta. Aquí estoy, fumando y pensando en ti, aquí sentada sin asomarme a ver si estás ahí o no, pero con el hueco en el estómago que me dice que estoy loca.
Déjame recordarte, recorrer tu rostro sudando, sentir tus manos sobre mi cuerpo, tus labos besando mis ojos y después... la nada. Te huelo tan cerca, quizá es mi paranoia, lo sé, pero acercarme a los lugares donde te recuerdo me causa este sentimiento de saberte cerca y lejos, mío y ajeno, de sentirme como una tonta que ni siquiera sabe lo que hace o por qué lo hace.
No soy de nadie, dijiste una vez y es cierto, pero hay momentos en la vida de una mujer en los que se apasiona tanto por un hombre...
Miro los coches que pasan, si alguno se parece al tuyo me asomo, te adivino dentro, imagino tu mirada, tu sonrisa, despierto y me doy cuenta de la imperiosa realidad: no eras tú.
Pero te miro y te pienso donde no estás, te busco y te sueño, te necesito y no estás. Me vuelvo loca y pienso que quizá estás con otra mujer, quizá no, pero de cualquier manera no estoy yo contigo y me duele tanto...
Quisiera que llegaras sin que yo me diera cuenta, que te sentaras a mi lado y entonces preguntarías qué hago ahí, yo, bañada en lágrimas, te diría que vine a verte, a mirar tu silueta o tu sombra, que sé que cometí un error al ocultarlo todo pero qe te quiero. Prendes un cigarrillo y te cuento cuánta falta me has hecho. No me abrazas, sólo me miras, sólo observas cómo mis labios se mueven para darte mil excusas y decirte otras 20 anécdotas, pero sigues sin creer ninguna.
Entonces me callo. Me tiemblan las manos frías y llenas de tu ausencia. No aciertas a decir nada porque no quieres discutir. Yo no sé qué decir, un simple lo siento no será suficiente, un beso no borrará todo lo que hice, a veces creo que mi fe en recuperarte es más pequeña que una migaja de pan.
Comienzo a temblar de nuevo, mis manos están frías, entonces me abrazas y yo lloró con fuerza.
Has sentido esa necesidad de mirar en todos lados a ver si la persona a la que quieres está ahí? eso hago ahora mientras camino, te busco en cualquier lugar, ya miré en un café, en los tacos de canasta, en una sex shop, te busco pero sigo sin encontrarte.
Déjame confesarme, acusome de ser la culpable de romper una historia, de ser cobarde y no tener valor para llamarte, de ser una cabrona consumada que pide disculpas por escrito, pero también acusome de quererte, de buscar tus pasos en lugares donde no estás, de escribir lo que siento, acusome de extrañarte, de necesitarte.
Ahora que me he confesado puedes poner la penitencia que quieras...

viernes, octubre 05, 2007

Se que nunca volveras...

Sé que nunca volverás, lo sé por tu mirada, por tus palabras, incluso por ese estado de ánimo que mantiene alerta de tu regreso, pero no lo harás. Porque la locura que vivimos no podía ser para siempre, la confianza causo estragos y te volvió un enmarañado conjunto de celos, porque las locuras hechas no podrán ser olvidadas por ninguno de los dos, porque siempre dije que si me amabas volverías conmigo pero sé que no me amas más, sé que no volverás conmigo y sé que no me sentaré a esperarte aunque sea lo más romántico que pudiera hacer en la vida.
A veces hay acuerdos tácitos que no pueden romperse en una pareja, aunque de hecho se rompan. Faltar al pacto del respeto a la libertad del otro, por ejemplo. Tú y yo teníamos un acuerdo tácito y sin embargo no puede hablarse de una carta hallada en la ausencia del otro entre sus cosas.
Dime algo, puede uno enamorarse de un estilo? a veces creo que eso es lo que me pasó a mí, me enamoré de tu estilo de ser, de pensar, de escribir, de hacer el amor, y creo que hice lo posible por hacer que esto funcionara, lo quería de verdad, pero no se pudo, ahora sigo creyendo que el amor es un perro del infierno.
Creo también que no haber vivido este amor habría sido injusto con el destino, me habría reprochado toda la vida el no haberlo hecho, debía pasar por ti y por mí, porque ambos teníamos el deseo de que pasara.
Te entiendo, porque un hombre indignado no necesita dar explicaciones pero el acto de espiar es así: se empieza por buscar en lo que está y se acaba encontrando más en uno mismo. Ahora dime tú ¿a quién ves cuando dices mi nombre?
No es necesario complicarse tanto, sabes? la historia de amor está toda escrita aunque a veces la mente puede generar las peores elecciones, muchas de ellas elecciones que no tomarían contra nosotros nuestros peores enemigos.
Dicen por ahí que una relación es un mundo y el miedo de conocer sus confines es comenzar a agotarlo, creo que eso fue loq ue pasó con nosotros pero también estoy segura de que cualquier pareja podría proporcionarme algún placer, pero no cualquiera me permitiría ser la persona que soy o que creo ser, incluso la mejor que puedo ser.
Los guerreros samburu nunca miran hacia atrás porque dicen que es de mala suerte, yo debería seguir su consejo y no hacerlo pero no puedo evitar seguir viendo tu rostro, alguna vez te dije que te hbía embrujado y que no volvería a dejarte ir, pero después me di cuenta de que hay cosas más difíciles que besarse, acaso hay un afrodisiaco mayor para un hombre que saberse comprendido?
Algunos dicen que hay un momento en la vida que lo cambia todo, creo que ese momento estuvo a punto de pasar contigo, pero el destino se empeñó en que no fuera así, en que viviera algo distinto, hasta ahora no comprendo qué es lo que quiere que viva, pero no quiero volver a mirar atrás. Cierto, quisiera mirar al frente y ver que estás tú, pero no es así, lo siento, lo siento...


Nota del editor: esto no es más que una historia recreada con frases de La Princesa Massai y el libro Alta Infidelidad, si alguien quiere conocer la verdadera historia vea la película y lea el libro... si alguien sabe la versión mexicana guárdela para sí mismo.