viernes, octubre 15, 2021

Alegría

Tengo alegría de verte tan feliz. Estamos a 15 mil kilómetros de distancia, desde aquí te he visto entrar a la iglesia, te he visto frente al altar, en tu primer baile con tu esposo... Mientras veía eso también veía a la mujer que conocí hace años en un entrenamiento, la que reía y lloraba y mandaba a todos a la chingada y luego volvía por ellos. 

Eres una de las mujeres que más admiro y sé que tu camino hasta este momento no ha sido nada fácil, sé que ha habido momentos de duda, de miedo, de tristeza, de impotencia... pero en tu corazón hay un poder infinito que a veces a mí misma como staff me hacía espabilar. Cuando te conocí aún dabas clases, recuerdo que lo disfrutabas mucho pero querías dar un giro a tu vida, y comenzaste a vender seguros.

Comenzaste vendiendo y has subido poco a poco hasta el lugar en el que estas, porque crees en ello, porque has vivido situaciones en las que un seguro te ha salvado de una cuenta millonaria y cada vez que vendes en realidad no vendes un seguro, la gente no compra un seguro, la gente compra tu seguridad, tu pasión, tu alegría, tu paciencia, tu entrega, tu atención... 

Gracias hermosa por inspirarme de muchas maneras, me habría encantado estar contigo en este día tan especial, acompañarte y abrazarte mil ocho mil veces, a la distancia lo estoy haciendo, a la distancia mientras tu bailas y disfrutas te mando luz y amor y te mando todas estas emociones que fluyen en mí al verte feliz: la ternura, la alegría, la plenitud, la valentía, la satisfacción que da haber encontrado un compañero de vida con el que la vida fluye. 

Muchas cosas han ocurrido en el camino, muchas lecciones te ha dado la vida antes de este momento y muchas seguirán, algunas las seguirás viviendo sola porque son tus batallas y otras serán en pareja porque implican el crecimiento de la relación. Pase lo que pase y esté donde esté cuentas conmigo. Cuentas conmigo para hablar, para no hablar, para reir, para llorar, para sentirte confundida, para sentirte en éxtasis, para querer tirar la toalla y para levantarla. Gracias por esta bella amistad que hemos construido, gracias por estar siempre presente y por ser feliz. 

Que la vida te siga llevando por el camino del amor. Te amo infinitamente 



¿Cómo miran ellos?

Me gustaría por unos instantes, por unos minutos poder mirar cómo miran ellos. A través de esos ojos diminutos, con su cabecita que mira hacia arriba de forma altanera y hacia abajo con humildad todos los días. Ellos que saben que cada día todos los días la vida cambia, que a veces tienen y a veces no, que encuentran las diferencias en todo porque están siempre presentes. 

A veces me gustaría poder saber qué piensan ellos, que pasa por su cabeza cada vez que comienza a clarear el sol, cuando las miran a ellas salir y pavonearse, cuando les digo mi amor, cuando los miro y los admiro. Me gustaría saber qué piensan en cada andar, con cada cosa que van picoteando mientras caminan. 

Y si pudiera pedir un poco más, me gustaría sentir lo que ellos sienten cada noche, cuando comienza a oscurecer, cuando todos se van para su hogar y él se asegura y después va a buscar su propia guarida, su propio lugar. Me gustaría saber qué se siente proteger, cuidar y al mismo tiempo mantener la individualidad en esencia y el compromiso en colectivo. 

Me encantaría sentir la vibración de sus cuerdas vocales haciendo Kikiriki, o la sensación de sus alas abriendo para mostrar su poderío, o el movimiento de su cola que se alza mientras come. Me gustaría saber qué se siente tener unas patas todoterreno y unas alas llenas de plumas, un pico que se limpia restregándolo con la tierra y un ímpetu sexual que no pasa por la ternura. 

Cada mañana Hank acompaña a Birdy a encontrar un lugar seguro donde poner sus huevos. Cuando ella termina él cacarea y lo hace del conocimiento de todos. Después pasean a veces juntos y a veces separados. Hay muchas formas de interpretar el actuar de los gallos y las gallinas, pero cualquiera de ellas pasa por nuestra experiencia humana. Así que mejor sólo sentirlo, sólo admirarlo, sólo ser parte de ello sin preguntar. 

¿Por quién palpita el corazón?

Somos pequeños instantes compartidos, caricias dadas, besos incesantes, miradas encontradas, somos palabras y canto, somos el corazón que palpita ¿por quién palpita el corazón? ¿por quién ha palpitado todos estos años? 

A veces quisiéramos sentirnos especiales, sentir que somos el mundo para alguien, que el otro no puede o no ha podido vivir sin nosotros y rondamos una y otra vez como el gato que vuelve o los buitres que acechan para ver qué alcanzan a picar. 

A veces egoístamente queremos ser el todo de la otra persona, que mire siempre por nosotros, que nos tenga en su mente noche y día, que antes de hacer algo pierda su libertad y piense si es bueno para nosotros, que sueñe con nosotros y al despertar y justo antes de dormir nos recuerde y nos lo haga saber. 

A veces pensamos que esa es la forma correcta en la que el corazón palpita. Lo pensamos porque así nos lo han dicho, porque es lo que aprendimos que nos garantiza (si es que eso existe) la seguridad. 

El amor romántico por el que el amor palpita ha sido el ideal para muchos, el sueño para otros pocos y la dolorosa realidad para una gran mayoría. Digo dolorosa porque ese tipo de amor, esa especie de amor,  está condenada al dolor, al drama y a la vida incompleta. 

¿Por qué nunca me dijiste que había amor aun cuando no estuviéramos juntos? te lo pregunto a ti que alguna vez estuviste en mi vida ¿Por qué nunca me contaste que el amor existía atada a ti o en libertad? ¿por qué no me dejaste escoger el camino por mí misma? ¿por qué preferiste atarme a aquello que te daba "seguridad" y control sobre mí?

Ninguno lo hizo, yo tampoco lo dije, porque no lo sabía. Entonces vivía un sueño llamado, un deseo un anhelo, la ansiedad de encontrar a la otra mitad de la que todo mundo habla en algún momento.  Entonces la ansiedad no me dejaba mirarte, pero aún, no me dejaba mirarme. 

Hoy te recuerdo, no recuerdo todo lo vivido, sólo imágenes borrosas, sensaciones, instantes, lo hago y como si pudiera regresar a ese momento me mando amor, te mando amor, para que seas libre y me dejes libre, para que sigas tu vida y encuentres a quién te permita vivir el amor en libertad, en plenitud, sin patrones, miedos ni chantajes. Lo deseo con todo mi corazón porque sé lo que es vivir en amor y desde donde estoy, aunque nunca te vuelva a ver, te seguiré amando. Porque el amor no es exclusivo ni es excluyente, porque dejarnos no significa dejar de amarnos, porque como seres viviendo esta experiencia humana lo único que somos y necesitamos recordar es AMOR. 

¿Por quién palpita el corazón?