martes, abril 13, 2010

La duda

Roberto tiene una esposa de 24 años y dos hijos, el tercero viene en camino. Salió de su casa a las 6:00horas. Va a buscar trabajo. Lo encuentra en teoría.
Desde el principio la chica, María Feranda, le advierte que son tres mil pesos de sueldo más premio de puntualidad y comisiones por las ventas que haga.
Ella lo advierte desde un principio y le pregunta: ¿te interesa?
-Sí, me interesa- responde el otro
Cómo podría no interesarle si lleva un año sin empleo, si salió de su otra chamba ganando cinco mil pesos, cómo podría decir no cuando sus hijos tienen anemia, sus zapatos tienen hoyos y no tiene ni para pagar el parto de su tercer hijo.
Un par de días después María Fernanda le avisa de su curso de capacitación, antes de entrar él le dice: ¿de cuánto es el sueldo entonces?
Ella repite: Te lo dije desde el principio, son tres mil pesos base más comisiones más premio de puntualidad, vendrán siendo unos 4 mil pesos. ¿Estás dudando?
-No, no quiero fallarte, está bien- responde él.
Para ella esa simple pregunta fue una duda y eso lo descalifica como buen candidato. Mañana hará todo lo posible porque él se defina, diga que no y evite el gasto de capacitación.
"Yo los veo desde el principio, y les digo así, vas a ganar tanto, te interesa o no, que sean sinceros porque en cuanto empiezo a ver algo de duda les digo que no, porque así no sirve de nada, no puedo contratar a alguien que dude estar de acuerdo con su sueldo", cuenta a su amiga Andrea.
Y su amiga no habla pero la cuestiona internamente: Quién en este País está de acuerdo con lo que gana? quién no quisiera ganar más? qué tiene de malo dudar? para qué sirven tres mil pesos al mes?
Roberto regresó a su casa. Su esposa no estaba, se fue al hospital de urgencia, tiene 7 meses pero empezó con contracciones tras caerse de la silla, esa que él no pudo arreglar bien porque no le alcanzó para comprar clavos grandes.
La alcanzó. El doctor le dijo que ve pocas posibilidades para el bebé, que harán el intento.
Uno más o uno menos, pensó él. Parto, ropita, biberones... tres mil pesos del mes para los demás chiquillos y a ver para qué alcanza...