martes, febrero 16, 2010

Todos los gatos vuelven

Wendy se maquillaba frente al espejo, arregló su cabello para ver a un ex novio, se puso una blusa con escote en la espalda, un pantalón ajustado y unos tacones del 5.
Miraba su rostro, su silueta, ya no tenía 18 años, la frescura no era la misma aunque tampoco había variado de manera exorbitante, la sonrisa nunca volvió a ser igual y la mirada... esa seguía teniendo su misterio.
-Ya me olvidaste?- preguntó él, él que aparecía frente al espejo, recostado en la cama, con su barba de candado, sus ojos cansados y el cigarro en la mano.
-No, sólo te he guardado en mis recuerdos, en los mejores, cerré la caja y te he dejado en paz, como lo querías- dijo mientras se ajustaba el sostén para que no se viera.
Pasaban por su mente tantas cosas, instantes, momentos breves pero consistentes, se imaginaba aquellos ojos de enamorada con los que lo veía, aquella vez que se habían puesto ebrios juntos, aquella tarde en que comieron en su casa (ella desnuda por supuesto), había tantos recuerdos. Ella volvió a mirar al espejo.
-Fue en otra vida- dijo él- en otra historia, en otro tiempo, en otros sueños
-¿Volveré a verte?- preguntó ella
-Eso depende- reviró aquel, apodado El gato
-De qué? de que te acuerdes de mí? de que tengas tiempo para buscarme de nuevo? de qué tan feliz seas con ella?
-No... de si aún me quedan vidas y si aún puedo encontrarte como la mujer que has sido en las últimas 5 vidas...
Ella estaba lista, él desapareció, ella llegó a su ansiada cita y para entonces, él se había escondido muy profundamente en su corazón...
Recostada en la cama, cubierta sólo por la sábana se dijo a sí misma: "volverá, algún día, en algún momento, todos los gatos vuelven".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta leerte, hoy me has fascinado.

Anónimo, conocido.