jueves, abril 13, 2023

El duelo eterno

Cuando la noche es oscura y nuestro entorno no está iluminado, las estrellas alcanzan a apreciarse mejor. Y si tomamos tiempo para mirarlas, para observar su orden, su brillo, su espacio, hay momentos donde aparecen estrellas fugaces. Nacen y mueren en un instante frente a nuestros ojos. 

Hay bichitos que viven un día, hay algunos que viven y después de intentar reproducirse mueren, hay otros que pasan gran parte de su vida desarrollándose para unos cuantos días de vida madura. La muerte está implícita en cada momento de la vida, aunque no nos demos cuenta.

Y en ese proceso vivimos en el duelo eterno, añoramos las versiones que fuimos, las personas que se fueron, las historias que tejimos en trabajos pasados, añoramos nuestras etapas anteriores, infancia, adolescencia, juventud… añoramos cuando éramos solteros y después cuando estábamos en pareja, añoramos lo que fue y dejo de ser y no sabemos cómo hablar de ello, cómo sentirlo, qué se hace con los pedazos de sueños rotos? 

A veces tomamos parte de esos pedacitos y los queremos embonar en nuevos puzzles, pensando que es lo que nos quedó de esa decepción, vamos metiendo viejos patrones en nuevas historias. No nos enseñan a cortar de tajo con lo que no resuena con nosotros, sino más bien a sostenerlo aunque no entendamos porqué. 

Quizá debiéramos tomar un momento para sepultar honrosamente lo que fue y no volverá, la chispa de la mirada, el deseo desbordante, la inocencia natural, la confusión adolescente, el dolor indescriptible, sepultar nuestros momentos, nuestras historias, nuestros errores y también nuestros aciertos. Para qué tener el cadaver? Repetirlo una y otra vez sólo nos hace vivir en el pasado. Llevémosles flores y dejémoslo ir. Cerremos la cuenta y paguemos las deudas. Volvamos al presente sin el costal de la espalda, con la mente en blanco sin cuentas por saldar. Quizá así podamos honrar a aquellos que comparten su vida con nosotros, quizá así podamos entregarles todo lo que somos, quizá así por fin nos permitamos simplemente SER


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