jueves, febrero 15, 2007

700 pesos

Con sólo 700 pesos hay personas que creen que pueden pisotear a la gente, que pueden de pronto decirle que por instrucciones superiores se le dio de baja, que creen erroneamente que uno se interesa en la cuestión monetaria.
Cuando yo decidí entrar a Milenio estaba en un proceso de recuperación emocional, no quería tener tiempo para pensar en mi ex novio y quería hacer algo que me apasionara. Encontre a gente que me enseñó, que me ayudó¿ encontré también y hasta cierto punto el amor¿ pero como siempre pasa, también encontré a gente mierda, hombres con pocos huevos como para hablar de frente y que por teléfono se dan valor para mentar madres y decirle a los reporteros o cualquier otra persona que son unos pendejos.
Encontré también a quienes fingen hacer mucho pero se salen a mitad de la edición a tomarse sus copas y regresan envalentonados para correr gente, quienes gritan y hacen gestos para amedrentar a quienes no tienen la fuerza para respondereles y temen a las represalias por su jerarquía. Al principio todos fueron muy amables, después de una semana empezaron los gritos y las mentadas de madre, los perreos no se hicieron esperar como tampoco las amenazas y cada vez que se escuchaba que iban a darle las gracias a alguien todos temíamos por nuestro futuro profesional.
Este fue mi primer contacto con el mundo periodístico como tal, mi primer acercamiento, Milenio fue mi cuna periodística, aprendí muchas cosas, desde cómo reportear hasta como se humilla a una mujer; desde cómo se decide a la princesa hasta cómo correr a alguien sin dar la cara e inventar chismes a su salida; desde cómo jerarquizar la información y hacer un esquema hasta seducir a jóvenes auxiliares, chingárselas y después mandarlas a la goma; aprendí eso llamado deslinde de responsabilidades, que se basa en echarle la culpa a lguien más débil y que el regaño le toque por guey; aprendí esa técnica de desaparecer al enemigo y aprendí a cuidar mis archivos, sobre todo mis conversaciones.
El miércoles me dieron la prueba más triste de la hipocresía, de la cobardía, digo yo de la falta de huevos en un hombre, bueno, en tres que se decían mis jefes, que en algún momento dijeron apoyarme y finalmente fueron tan cobardes como para no permitirme el acceso al diario, madar a un portavoz que sobra decir que yo no toleraba por querer intimidar a la gente y más aun, ninguno de los tres tuvo valor para decirme por qué me corrían.
No pude pasar ni siquiera por mis cosas, me las bajó un amigo, el chisme se corrió como polvora, que si habían corrido a dos por llegar pedas y usar a deshoras el vale, que si habían hecho algo grave, yo pensé "qué me robé, qué hice mal, a quién difame" porque queriendo o sin querer me trataron como a una delincuente.
Habrá tiempos mejores, eso lo tengo claro, yo no era capaz de mandarlos a la chingada y decidieron desaparecerme, la razón sigo sin saberla y ya no me interesa, la gente que me quiere y con la que hice amistad es la que vale la pena y a esa gente la seguiré viendo aunque me cierren la puerta mil veces.....
Un beso y un abrazo fuerte a todos mis cuates...

1 comentario:

Anónimo dijo...

UN BESO, SIGUE ADELANTE...