domingo, octubre 05, 2008

Amigo:
Tú y yo hoy estamos sin ánimos, sensibles, en nuestros días, como nenas, delicaditos y con ganas de putearnos al primero que se ponga enfrente y nos miente la madre, por razones diferentes pero estamos igual.
Quisiera decirte algo que estoy segura me valdrá una mentada pero que estoy en la obligación de decirlo y tú de escucharlo aunque no lo entiendas o lo malinterpretes. Y es que yo soy tu amiga, cuentas conmigo, tienes mi hombro, mi abrazo, mi oído y a veces hasta mis besos, yo tengo lo mismo de ti, y aunque podemos ayudarnos un poco no en contigo con quien voy a salir de esto, ni conmigo con quien vas a superar esto. Lo que necesitamos ambos para hacerlo está dentro de nosotros mismos, es coraje, es fuerza, es autoreflexión, es amor propio y un poco de egoísmo. Por supuesto, cuando creas necesario un brazo para no caerte ahí estaré yo, por lo menos es lo que espero, aunque a veces, por tiempo u otras situaciones que no podrías comprender, quizá no pueda estar a tu lado y quizá, a veces, tú tampoco lo puedas hacer.
Lo que quiero decirte es que con o sin la presencia física, aunque a veces olvide llamarte o me quede más que dormida cuando dices algo, estoy contigo. Cuenta conmigo siempre, pero principalmente recuerda contar contigo.
De nuevo una disculpa y te quiero.

No hay comentarios.: