viernes, octubre 15, 2021

¿Por quién palpita el corazón?

Somos pequeños instantes compartidos, caricias dadas, besos incesantes, miradas encontradas, somos palabras y canto, somos el corazón que palpita ¿por quién palpita el corazón? ¿por quién ha palpitado todos estos años? 

A veces quisiéramos sentirnos especiales, sentir que somos el mundo para alguien, que el otro no puede o no ha podido vivir sin nosotros y rondamos una y otra vez como el gato que vuelve o los buitres que acechan para ver qué alcanzan a picar. 

A veces egoístamente queremos ser el todo de la otra persona, que mire siempre por nosotros, que nos tenga en su mente noche y día, que antes de hacer algo pierda su libertad y piense si es bueno para nosotros, que sueñe con nosotros y al despertar y justo antes de dormir nos recuerde y nos lo haga saber. 

A veces pensamos que esa es la forma correcta en la que el corazón palpita. Lo pensamos porque así nos lo han dicho, porque es lo que aprendimos que nos garantiza (si es que eso existe) la seguridad. 

El amor romántico por el que el amor palpita ha sido el ideal para muchos, el sueño para otros pocos y la dolorosa realidad para una gran mayoría. Digo dolorosa porque ese tipo de amor, esa especie de amor,  está condenada al dolor, al drama y a la vida incompleta. 

¿Por qué nunca me dijiste que había amor aun cuando no estuviéramos juntos? te lo pregunto a ti que alguna vez estuviste en mi vida ¿Por qué nunca me contaste que el amor existía atada a ti o en libertad? ¿por qué no me dejaste escoger el camino por mí misma? ¿por qué preferiste atarme a aquello que te daba "seguridad" y control sobre mí?

Ninguno lo hizo, yo tampoco lo dije, porque no lo sabía. Entonces vivía un sueño llamado, un deseo un anhelo, la ansiedad de encontrar a la otra mitad de la que todo mundo habla en algún momento.  Entonces la ansiedad no me dejaba mirarte, pero aún, no me dejaba mirarme. 

Hoy te recuerdo, no recuerdo todo lo vivido, sólo imágenes borrosas, sensaciones, instantes, lo hago y como si pudiera regresar a ese momento me mando amor, te mando amor, para que seas libre y me dejes libre, para que sigas tu vida y encuentres a quién te permita vivir el amor en libertad, en plenitud, sin patrones, miedos ni chantajes. Lo deseo con todo mi corazón porque sé lo que es vivir en amor y desde donde estoy, aunque nunca te vuelva a ver, te seguiré amando. Porque el amor no es exclusivo ni es excluyente, porque dejarnos no significa dejar de amarnos, porque como seres viviendo esta experiencia humana lo único que somos y necesitamos recordar es AMOR. 

¿Por quién palpita el corazón? 

No hay comentarios.: