martes, septiembre 26, 2017

Viaje a las estrellas

Mientras miro hacia el cielo pienso en todas las estrellas que se alcanzan a ver, en las que no se alcanzan a ver y en el polvo estelar que viaja por todo el espacio, ese que lo mismo toma la forma de una estrella que de un cometa, que lo mismo recrea la inmensidad del mar o el impetuoso viento, ese que se acerca y se aleja del sol de tanto en tanto y que puede, desde lo alto, mirarnos como pequeñas hormiguitas. 

Puedo ser ese polvo estelar. Lo soy. Ese cúmulo de pequeñas particulas que laten al unísono, que crean castillos y sirenas, serpientes y luciérnagas, abejorros y gatos. Tengo la capacidad de ser todo y nada a la vez, de sentir amor y miedo, de sentir tristeza y alegría, de explotar de rabia o fundirme con la paz interna. 

Y quizá sin darme cuenta vibro en la misma sintonía que el orange tabby de Divo, el rojo de las alas de la mariquita, el tornasol de las alas de las libelulas o el azul del cenote de cercana superficie. Cada respiro que doy se expande y se contrae un universo distinto, cada suspiro recrea imagenes distintas en mi mente, cada sonrisa transmite una emoción distinta y cada minuto que paso esperando a que me  encuentren me hace pensar que algo hemos hecho bien en el mundo para que mientras unos son rescatados otros sigan su viaje a las estrellas, a ser nuevamente polvo estelar, a poder mirar desde arriba el milagro de la vida en todas sus expresiones.

No hay comentarios.: