viernes, junio 12, 2009

Joel Diana Pepe


Unos se van y otros regresan, eso pensaba Diana cuando miró su correo. Joel había desaparecido de su vida como si se lo hubiera tragado la tierra, como cuando sales de algún lugar y ves que tu coche ya no está, como cuando quieres encontrar a alguien pero no tienes su número y nunca te dio su correo, así, un día ella se levanto y fue comos si jamás lo hubiera conocido. Nada había que pudiera comprobar que alguna vez se hubieran visto, eran cono dos desconocidos.
Un par de días después le llamó de nuevo Pepe, aquel novio que había tenido y que se casó. Le daba gusto, no podía negarlo, pero a la vez le sorprendía que volviera él precisamente, no entendía como de la nada, porque él también la había sacado de su vida, aparecía de nuevo y con nuevos bríos.
Diana estaba tan confundida, de pronto pensaba que si Joel y ella eran desconocidos podían volver a empezar, que quizá lo mejor era ver de nuevo a Pepe y platicar de todo lo que hacía rato que no platicaban, claro porque si Joel se había ido y lo único que quedaba era su imagen, pero Pepe cuando volvía era más extraño que la influenza porcina en México, ppero si ya no volvía a ver a Joel y a platicar con él para saber al menos lo que había ocurrido nunca estaría tranquila, pero con Pepe no podía estar tranquila porque dentro de todo con él siempre reflexionaba de la vida y de la razón de ser de cada individuo.
A las 5 de la mañana Diana ya estaba agotada de pensar, de hacerse telarañas en la cabeza, pero entendió una cosa: Las cosas serían como ella quisiera que fueran, si ella decía sí serían sí y se decía no serían no, no serían igual para los demás, pero sí para sí misma. Entonces se propuso cambiar esa frase de lo que quiere no es lo que desea para coordinar ambos y que lo que quisiera fuera lo que deseara, lo que necesitaba para lograrlo era buscar en ella misma.
Entonces decidió dejar en su memoria sólo los mejores momentos con Joel y los mejores momentos con Pepe, a Joel no lo volvió a buscar, se lo encontró mucho tiempo después ya casado y con hijos. A Pepe le enseñó que cuando uno se compromete no lo hace hipócritamente ni de dientes para afuera y después también conoció a sus hijos.
Joel se fue con el aire y Pepe se fue con el agua, así Diana, que era fuego, pudo vivir en paz sin que ninguno de los dos pudiera perturbarla.

No hay comentarios.: