viernes, mayo 11, 2007

El águila y el halcón

Hace algún tiempo alguién me contó la historia del corazón más hermoso del mundo, ahora yo quiero compartirle la historia del águila y del halcón, espero que entienda un poco de lo que pienso...
El águila y el halcón
Una vez un guerrero indígena muy respetado y la hija de una mujer que había sido matrona de la tribu, se enamoraron y se amaban profundamente, y habían pensado en casarse, para lo cual tenían el permiso del cacique de la tribu.
Pero antes de formalizar el casamiento fueron a ver al Brujo, un hombre muy sabio y muy poderoso, que tenía elíxires, conjuros, y hierbas increíbles, para saber si los astros estaban a su favor, si los Dioses los iban a proteger.
El brujo, les dijo que ellos eran buenos muchachos, jóvenes y que no había ninguna razón para que los dioses se opusieran. Entonces ellos le dijeron que querían hacer algún conjuro que les diera la fórmula para ser felices siempre...
El brujo les dijo: "bueno hay un conjuro que podemos hacer, pero no sé si estén dispuestos porque es bastante trabajoso".
"Sí, claro" le dijeron.
Entonces el brujo le pidió al guerrero:
1.. escala la montaña más alta.
2.. busca allí al halcón más vigoroso.
3.. el que vuele más alto.
4.. el que le parezca más fuerte.
5.. el que tenga el pico más afilado.
6.. y traelo vivo.

Y el brujo le dijo a ella....a ti no te va a ser tan fácil:
1) vas a tener que internarte en el monte.
2) buscar el águila que te parezca que es la mejor cazadora.
3) la que vuele más alto.
4) la que sea más fuerte.
5) la de mejor mirada.
6) vas a tener que cazarla sola, sin que nadie te ayude y vas a tener que traerla viva aquí.

Cada uno salió a cumplir su tarea...
Cuatro días después volvieron con el ave que se les había encomendado, y le preguntaron al brujo:
"¿Ahora qué hacemos?, ¿las cocinamos?, ¿las comemos?,¿tomamos su sangre?, ¿qué hacemos con ellas?"
El brujo les dijo: "Vamos a hacer el conjuro", y pregunto: "¿volaban alto?"
"Sí" le dijeron.
El brujo pregunto a ambos: " ¿eran fuertes sus alas, eran sanas, independientes?"
"Sí" contestaron.
"Muy bien", dijo el brujo, "ahora átenlas entre sí por las patas y suéltenlas para que vuelen".....
Entonces el águila y el halcón comenzaron a tropezarse, intentaron volar, pero lo único que lograban, era revolcarse en el piso, y se hacían daño mutuamente, hasta que empezaron a picotearse entre sí.
El brujo de la tribu les dijo:
"Este es el conjuro, si ustedes quieren ser felices para siempre:
"VUELEN INDEPENDIENTES Y JAMÁS SE ATEN EL UNO AL OTRO".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay un maldito dicho que dice más o menos así: "Si quieres tanto a alguien, déjala ir. Si vuelve es que te también te quiere, si no, es que nunca lo hizo".
En verdad no sé si regreses, lo más seguro es que no, ojalá y me equivocase, pero lo que tuviste que vivir conmigo ya lo viviste y ya. No te voy a obligar a nada y no quiero que sientas que te presiono, sólo que todo fue tan repentino y tan adsurdo (por gmail) jajaja, cuando menos dijiste el trillado "tenemos que hablar" y la razón sustentada.

Ya alguna ocasión había leido esta fábula. Tu final está tergiverzado, quizá lo hiciste intencional, pero si no fue así, este es la verdadera moraleja:

- Este es el conjuro, Jamás olviden lo que han visto. Son ustedes, como un águila y un halcón; si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además tarde o temprano, empezarán a lastimarse uno al otro.

Si quieren que el amor entre ustedes dure.....


"VUELEN JUNTOS PERO JAMÁS ATADOS"

Adriana Dorantes Moreno dijo...

No sé en qué momento las sociedades a través del tiempo han pensado que la unión de dos personas es lo mejor que hay en el mundo y no me refiero a que la unión sea necesariamente lo malo, sino la forma de ver la unión ya que generalmente se la ve como un lazo tan pero tan fuerte que es fácil lograr la cancelación de una personalidad por otra o la humillación y la fuerza de uno sobre otro.
No sé si haya "secreto" para la felicidad como tal, pero creo que no hay que buscarla en una persona, sino más bien en uno mismo. Hace ya mucho tiempo me llegó un e-mail de alguien que ni siquiera era mi gran amigo pero ese correo me cambió la vida, en verdad, y la "moraleja" era similar a la historia que pones aquí.
Uno no puede así como así entregar su vida a nada ni a nadie (bueno, sí puede, pero no es lo mejor), sino a uno mismo y el error más grande que se puede cometer es depositar la felicidad propia en manos ajenas, es decir, atarse a otros, como en la historia esta de las aves.
Repito que no sé en qué momento todo mundo cree que esa unión posesiva y cancelatoria de la individualidad es el anhelo más sublime... o en qué momento todo se empezó a entender mal. Pero en fin, esta es una de esas cosas que no se pueden desentrañar a simple vista, supongo.