miércoles, mayo 27, 2020

Helado de papaya para todos por favor

Pensaba escribir al medio día, pasé por la cocina y recordé que teníamos nieve de papaya, así que pasé a servirme un poco. La hice hace unos días porque teníamos excedente de papaya, la cosechamos en la casa donde nos quedamos ahora y es increíble lo fresca que es. Si te lo preguntas, no, nunca había hecho un helado de papaya antes, jaja, pero le pregunté a Dios Youtube. 

Frente a la alberca hay una estructura tradicional que los balineses suelen tener en diferentes lugares para descansar, principalmente en medio de los campos de arroz. Me gusta porque es como una tabla elevada un metro sobre el suelo y cubierta por un techo tradicional. Un par de cojines, unas mesitas de lado... Es quizá uno de mis lugares favoritos de la casa. 

Me senté ahí, contemplando el agua y los árboles y comiendo helado con la fruta del papayo que estaba justo frente a mis ojos. Lo escribo y se me salen las lagrimas de los ojos. Me siento muy afortunada de vivir este momento de mi vida así, abierta al amor. 

Pensaba en si podría ser heladera, porque el toque de jengibre y canela que le puse lo hizo delicioso... vino a mi mente el proceso y cómo podía poner más de una cosa o menos de otra, o sumarle un sabor y entonces entendí una frase que hace mucho tiempo escuché pero no había entendido nunca... 

"Lo que sea que tú decidas hacer, la vas a armar, te va a ir muy bien" 

Escuché esas palabras de la boca de varias personas cuando tenía unos 22 años. Lo escuché cuando fui becaria, cuando fui reportera, cuando fui asistente... Recuerdo que en aquel entonces sentía que tenía que ver con decidir qué quería hacer de mi vida, en qué me quería especializar o en qué me quería enfocar. 

Y ahí con cada sorbo de helado de papaya sentí lo que realmente significan esas palabras... Decidí hacer algo simple, un helado, disfruté el proceso de idear qué hacer con el exceso de papaya, de idear un helado, de aprender a hacerlo, de probarlo, de hacer una segunda prueba agregándole otros ingredientes, jugando a experimentar... es algo tan sencillo y tan hermoso... sí, la estoy armando en hacer helados, no me quiero hacer rica, no quiero comercializarlo, no me interesa que todo el mundo lo conozca, con sólo disfrutarlo y poder compartirlo con quienes están hoy junto a mí, es más que suficiente para sentir que "ya la armé". Y eso es sólo el mensaje que me dio un helado de papaya... 



No hay comentarios.: