El aborto ¿si o no?

No entiendo el afán de algunos sectores de la población por impedir la legalización del aborto. Hace algunos días Sergio Sarmiento escribió algo muy cierto... las mujeres no necesitan castigo ni cárcel, su propio castigo está en la conciencia y no todas abortan por el mero gusto de hacerlo, hay quienes son presionadas por sus parejas, hay quienes sienten que no hay otra alternativa y después se arrepienten.
Desde que tengo conciencia, ésta y la Ley de Convivencia han sido lo único bueno que ha podido hacer la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. A estas altura sdel partido la iglesia exige que no se permita esta ley, pero hace algún tiempo también se pronunció en contra de la píldora del día siguiente y desde hace muchos años se ha declarado en contra de los métodos anticonceptivos, entonces ¿qué es lo que quieren?
Se quiera o no la fe y la creencia con que a uno lo educan desde pequeño influye para tomar una decisión como estas. Cierto, no es nada agradable, si el papanicolau no lo es mucho menos lo es un aborto, pero sí, estoy de acuerdo, en que las mujeres tenemos el derecho a decidir cuándo queremos tener hijos, derecho a planearlos, a disfrutarlos, si desde el embarazo no se disfruta cómo se le va a querer cuando sea mayor?
Que se legalice no quiere decir que todas las mujeres abortarán, quiere decir que quien decida abortar, por las razones personales que tenga, lo pueda hacer. La mujeres ya no estamos atadas a o que diga el marido o la pareja, tampoco debemos estarlo, si no lo queremos, a la casa, a los hijos, no somos sirvientas, somos mujeres y habemos quienes queremos desarrollarnos aunque existan aun quienes nos ven como simple objeto de reproducción o quienes piensan que nuestra obligación es estar en casa y servir.
Yo trabajo por gusto, estudio por gusto, me gusta ocupar mi tiempo por gusto y no estoy en casa ni me dedico a hacer el quehacer por gusto, porque no quiero vivir encerrada en la casa, y así como he decidido estudiar, trabajar, tenr novio, salir de un lado a otro, tengo derecho a decidir si quiero o no usar algún método anticonceptivo aunque mi religión católica no lo acepte y por supuesto, también tengo derecho a elegir si quiero abortar.
La decisión es de cada una, de las mujeres que somos quienes vivimos el embarazo, no es decisión de los hombre, de los médicos, del gobierno ni de la iglesia, todos ellos son solo factores que pueden influir pero no cuartar nuestra libertad de elección, si podemos votar ¿por qué no poder elegir si queremos abortar o no?
El aborto debe ser un derecho no una obligación y el gobierno debe garantizarme la seguridad de poder realizar esta práctica en un lugar no clandestino y con estrictas normas de higiene.
No es una solución el dar en adopción al niño, porque durante el embarazo la mujer no es contratada y no tiene manera de subsistir; porque aun cuando la ley explica que no se le puede correr por estar preñada hay quienes lo hacen; porque si afecta mis proyectos de vida es a corto plazo en meses, no en años; porque la que tendrá vómitos, antojos, mareos, seré yo y no tendré con quién compartir el embarazo.
Es lamentable que muchas madres piensen que lo que ellas no lograron por haber quedado embarazadas lo pueden hacer sus hijos y lo es porque el desarrollo nunca es el mimso, no es lo que a los hijos gusta o no son buenos para ello. No se puede coartar más la libertad de la mujer para ser y hacer lo que desee, para desarrollarse libremente cuando hay manera de que aborte y evite el sufrimiento, la impotencia, la mediocridad, la nostalgia por lq ue quiso pero no pudo hacer, eso no es justo.
Si por peleas partidistas estamos logrando la aceptación de leyes importantes para la población entonces síganse peleando, ya viene también la de no discriminación por tatuajes y piercings.... ujú...