domingo, marzo 21, 2010

Lejos...

-Ahí estaba yo, en la ventana, con el libro que me regalaste y esperando a que voltearas para arriba, que me vieras porque nunca más nos ibamos a volver a ver y nunca volteaste.
-No, nunca voltee
Así se reencuentran un maricón y una madre de seis hijos que una noche tuvieron sexo después de haberse conocido en la mañana.
Ahi se vuelven a ver depués de sabrá Dios cuántos años, en medio de la nada y de todo, con las ventanas pintadas en la pared, con la jaula del pájaro inventada horas atrás y el teléfono que apareció de la nada. Es teatro, es vida, es sorprendente que no habiendo nada se pueda crear todo.
En medio de la obra el reproche
-Trrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr- no metiste el despertador desgraciado???
no lo dice el personaje, lo dice la actriz, y retoman después la pista de la obra. Lejos es sin duda una obra distinta, no sólo porque lo necesario se crea en el instante, sino porque permiten al expectador usar la imaginación, elegir lo que falta y añadirlo en su mente, agregar lo que no dicen, lo que no pasa, lo que no se sabe que pasa.
Toman una historia, dos, las recortan, las meten a la licuadora y sacan esta obra de poco presupuesto quizá, pero con una apertura a la imaginación del espectador que muchos agradecen, sea voluntario o involuntario. Al Final no esperen que las luces se apaguen o que los actores se vayan al camerino a vestir, las 50 personas afortunadas que apreciaron esta obra se quedan perplejas, queriendo más a pesar de que les han dicho "hasta aquí" y mientras, los personajes dejan de serlo...Empieza la vida real... de nuevo

No hay comentarios.: