domingo, noviembre 11, 2007

Llama por favor


Llama por favor, hace tanto que no lo haces y no alegras mi día desde el inicio que a veces no puedo ni siquiera concentrarme en lo que hago esperando tu llamada. Cierto, intento que el corazón, que es un gran muelle de acero, no se me salga del pecho, y sí, te necesito. Odio reconocer que necesito tener tu aliento para estar bien, que no hay mejor alimento que el que me das con tus besos, deseo tanto que llames y a la vez que no lo hagas.
Sabes y sé que si llamas no podré resistirme a tu voz, a tus palabras, aunque vaya de prisa y siempre en contra del reloj, aunque tonterías nos separen a los dos, porque sabes que siempre caigo rendida cuando tú me llamas y siempre, a cada minuto, te vuelvo a extrañar, porque yo insisto en que eres para mí desde que te vi y no, no te dejo de pensar, pero tengo miedo de volverte a amar.
Aún así volvería a apostar por este amor, a perder la razón, porque después de tu amor ya no hay nada y reconozco el miedo en tu mirada como tú lo puedes ver en la mía. ¿Pero es que acaso no te das cuenta de que me estás volviendo loca? Mi manera de quererte no tiene explicación porque hoy quisiera devorarte a besos, me estoy volviendo loca, loca con tus besos, con tu amor, loca tú me tienes, loca de pasión, loca con tus labios, loca con tu cuerpo, loca del corazón, loca con el recuerdo de todo esto que ya no está más que en mi mente y que me atormenta volviéndome loca.
Sólo con volverte a mirar hago mi fantasía de tenerte y adorarte, de mirarte y devorarte, desnudar tu piel y amarte, pero necesito que me digas de verdad lo que quieres, porque tu voz me hace sentir como en un sueño cuando la escucho y pienso incluso en no despertar, todo es tan perfecto pero sé que hay algo más, sé qué algo escondes al amar y en cada beso, porque siempre dices lo que quiero escuchar y me jurás que tu amor es para siempre, que jamás me olvidarás, si te cuento sólo un poco del misterio de mi vida verás que no soy perfecta pero sí te puedo amar. Quiero estar dentro de ti, tus secretos descubrir, quiero creer que así será aunque pierda la razón.
Ven, atrévete por una vez, la noche no ha empezado, ven, no tengas miedo, déjame tocarrte muy despacio, ven, que quiero deshojar tu piel desnuda palmo a palmo, entra en mi infierno, entra con tu fuego, rompe el miedo, tú cuerpo dibuja el deseo, ven tu boca está quemándose tan lejos de mis labios, ven, que quiero fabricar tu miel y hundirme en el pecado, ven, que junto a ti me quedaré cautiva y desarmada...
Ven porque sabes que amanecer con él a mi costado no es igual que estar contigo, no, no es que esté mal, ni hablar, pero le falta madurar, es casi un niño, blanco como el yogurth, sin ese toro que tú llevas en el pecho, fragilidad de flor, nada que ver con mi perverso favorito, sin tus uñas arañandome a espalda y sin tus manos que me estrujan todo cambia, sin tu lengua envenenando mi garganta y sin tus dientes que torturan y embrujan yo no siento nada, hacer el amor con otro no, no, no, no es la misma cosa, es como no hacer nada, falta fuego en la mirada, falta dar el alma en cada beso y sentir que puedes alcanzar el cielo...
Quisiera tener el valor para gritarle Hey güera como te vuelva a ver de mariposa rondándolo, ten cuidado porque voy y te armo un escándalo, gritrle que no se atreva a insinuarse ni de broma y advertirselo punto en boca, anexar que sé que sueña morder tu corazón, tierno arandano, y decirle que despierte porque no voy a permitir nunca que venga aquí a robarte de mí, porque mientras me quede vida nadie, nadie te quita de mí, me siento loca por tí.
¿Has visto el firmamento con un millón de estrellas o la puesta de sol? Esa belleza es mínima en comparación de cuando me miras como diosa vestida de saliva y sal, los ojos muertos en blanco gimiendo en el suelo de salón; cuando te miro como ángel desnudo bañado en sudor subiendo las montañas de mi cuerpo; cuando miras cómo me agito, cómo pido más, muero y renazco de entre las cenizas volviéndote a encelar;cuando mirás como me desenredo y me vuelvo a enredar como medusa bajo la marea a punto de naufragar; cuando te miro tan orgulloso, tan sentimental.
Quisiera que me dijera una y otra vez que me quieres y siempre lo harás con esa lengua extranjera que me ablanda las piernas, sé que tienes boca de azúcar y que besas con quemaduras de veneno y miel y me has cambiado, no hay duda, yo prometo ser por ti eternamente bella, bella y en plena noche de la iguana hago un hechizo de gitana para que sigas siempre, desesperadamente, enamorado de mí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

k´bello!!!