lunes, febrero 25, 2008

Dejaré los dulces

Todos tenemos manías, tics, rasgos que pueden llegar a desesperar, como aquella vez que una mujer me pidió que parara de golpear mis uñas contra el cristal del metro. Aveces no es que sean detalles hartantes, sólo que hay días en que uno amanece impaciente.
Es un hombre alto y fornido, trabaja en la Ford y porta una camisa azul con amarillo que se le ve muy mal, no es nada guapo aunque es muy blanco y su cabello es castaño medio. Tiene unas manos ociosas, se nota en sus cortas uñas. Habla por teléfono, lo sostiene del lado izquierdo y sus manos torpes sienten una erupción extraña sobre su oreja derecha, se pellizca una y otra vez, trata de hacer presión, se exaspera por no poder verse y no poder hacer que desaparezca esa erupción. Intenta tranquilizarse y pasa su celular a su oreja derecha y con él siente la erupción que aun sigue viva. Quizá sea una especie de barrito o un piquete de mosco, no es muy notorio pero es lo que esta en su mente.
Se quita el celular de la oreja y lo deja al aire por un momento, lo devuelve a su oreja derecha y roza de nuevo su barrito, ahí sigue, no ha desaparecido. se desespera, toma el celular en su boca y hace cara de estar harto y desesperado, el celular queda en su oreja derecha de nuevo.
No ha pasado ni un minuto y volvió a despegar el celular de su oreja, esta vez para ver cuánto tiempo llevan hablando. No habla mucho, sólo ríe y escucha. Por supuesto, del otro lado del teléfono está una mujer, es característico en nosotras ser como periquitos, él le dice que colgará pero que la ama, se despide de ella cortantemente pero diciéndole tres veces que la ama y al colgar vuelve el placer y la tranquilidad, la liberación, se terminó el castigo.
Entonces trata de ceder su lugar a una mujer fornida, ella le dice que no y le agradece, él a cambio le mira el trasero. Yo no creo ni por un momento que ame a su novia, por el contrario creo que ya se cansó de ella, está harto, fastidiado, cómo se llega a eso? es como llegar al centro chicloso? si es así no quiero llegar ahí, dejaré los dulces.

No hay comentarios.: