viernes, junio 05, 2020

Querida yo

Me encontré con un texto que escribiste hace 6 años, Recuento de luces, colores y lágrimas, lo escribiste antes de tu cumpleaños. Me gustó mucho recordar contigo lo que habíamos vivido hasta ese momento, lo que heredamos de nuestra familia, abuelos, padres, hermanos... 


Han pasado tantas cosas desde entonces... nos hemos enamorado tantas veces... quizá la parte más hermosa ha sido esa, el haber transformado nuestro concepto de amor, el darnos cuenta de que la vida no era como nos la habían contado en casa, ni en los libros, ni en las canciones, ni en las películas de Disney. 

Amo una cosa de nosotras y es que creemos, si alguien nos dice algo lo creemos, hemos dejado de buscarle 6 pies al gato, hemos dejado de inventarnos historias tétricas en la cabeza y hemos aprendido a disfrutar cada momento.  

Estos 6 años fueron de desaprender y de experimentar por nosotras mismas la vida, nos olvidamos de todo eso que nos dijeron que debía ser de una manera y decidimos mirar cómo era la vida en realidad. 

Encontramos un cómplice de vida, de viajes, de amor...Nos casamos, dejamos de vivir en la ciudad (sí, por sorprendente que suene) y ahora estamos viajando alrededor del mundo. 

Han sido años que han puesto a prueba nuestro amor propio, nuestro propósito de vida, han sido años que han cuestionado y redefinido nuestras creencias, a veces hemos transformado una relación entera, a veces hemos viajado a otros universos paralelos, y en últimas fechas hemos conectado mucho y muy profundamente con la vida antes de que construyéramos la vida que conocemos hoy como humanos. 

Hoy siento que no puedo decirte quién eres, puedo decirte lo que has experimentado y vivido, pero no puedo definir en aspectos, en características quién eres... Te has desdibujado, te has fusionado con el viento que hace bailar a los árboles, con el pajarillo que se posa en el barandal y canta, con el agua y su oleaje rítmico, con la hormiga que camina y camina sin contar cuántos pasos da, con la tierra que da y recibe... hoy no puedo decirte que tienes el mundo en tus manos, pero puedo decirte que cuando te expandes te conviertes en el mundo entero... hoy no puedo decirte que eres una mujer plena, pero puedo decirte que ERES... 

Gracias por haber dejado de ser princesa, gracias por haber vuelto a ese momento con papá, gracias por no arrepentirte de nada, por mirarlo todo desde el amor, gracias por compartir, por salir de la zona de confort constantemente, gracias por ser auténtica, por elegir aquello que te da felicidad antes que aquello que te da aprobación... 

Nos faltan muchísimas cosas por compartir, por crear, por disfrutar, por aprender, hoy estamos en Bali y eso nos ha reconectado con la naturaleza de una manera brutal, queremos aprender a no crear tanta basura, tratamos de reutilizar lo que se puede como frascos o envolturas de plástico que sólo se usan una vez; estamos creando una especie de supermercado virtual en el que la gente toma alimentos mentales, emocionales y espirituales; también estamos creando un espacio en el que nos desnudamos emocionalmente; estamos escribiendo un libro de bienvenida a la Tierra y un gimnasio para ejercitar emociones. 

Dejamos de perseguir objetivos y comenzamos a disfrutar cada momento al recorrer el camino. Hoy creo que de eso se trata la vida. Mañana no sé, pero hoy te sonrío mientras escribes el Recuento de luces, colores y lágrimas.



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